Anote otro rol en el que LeBron Raymone James se maneja con sobrada calidad: gerencia. Ya sea con asuntos vinculados a su nuevo equipo, los Cavaliers de Cleveland, su figura y sus negocios.
Es una estrella.
Primero y antes que todo, su retorno a Cleveland fue maniobrado con la calidad de un artista, la precisión de un cirujano, en fin, una pieza de arte. Diferente a su partida hacia Miami Heat, cuando provocó una ira en muchos sectores que aun no le perdonan esa decisión, ahora LeBron es aplaudido en su tierra, donde era enemigo público número uno.
James, un atleta que es un tremendo empresario, tuvo la visión de ver más futuro con los Cavs que en el Heat, pero el mensaje de su regreso a casa se impuso a cualquier intención de sus “enemigos gratuitos”, que se conocen como “haters”.
Es muy difícil, por no decir imposible, que la plana mayor de los Cavaliers haga un movimiento sin el consentimiento del mejor jugador del planeta. Ese cambio por Kevin Love, que los principales medios dicen que se hará oficial a finales de este mes, tiene la aprobación del nativo de Akron, Ohio. Diga lo mismo con las adquisiciones de James Jones y Mike Miller, excompañeros suyos en Miami. Y no duden que conquiste a Ray Allen.
La experiencia es importante. Las primeras selecciones del sorteo no solo sirven para construir el futuro. También son un puente para que el presente cambie de bueno a provechoso, tal y como ha sucedido con Cleveland, que es un serio aspirante al título de la venidera campaña de la NBA.
En otro aspecto que ha tocado con la sapiencia de un estadista se desprende de sus primeras declaraciones ante su gente en Ohio. No me refiero a que descartó volver a la agencia libre, dejando claro que se queda en Cleveland aunque tenga un contrato por dos temporadas.
Lo mejor fue motivar a sus futuros compañeros. Elogió a Kyrie Irving, dijo que desea hacer de Dion Waters un mejor jugador, valoró el talento de Tristan Thompson y puso en un pedestal al brasileño Anderson Varejao.
Apeló a la paciencia porque los equipos necesitan tiempo para lograr química.
No se le puede pedir más. Es un gran gerente. l
