En el municipio Sánchez, provincia Samaná, celebran hace un mes la llegada de una solución que esperaron por años. Se trata de un mecanismo que viene a facilitar la vida de diversas formas, especialmente en materia comercial y de negocios y la gente no pierde tiempo en sacarle el mayor provecho.
En la calle Duarte número 7, en Sánchez, está ubicado el Supermercado Don Diómedes, un lugar que si bien ha sido visitado siempre, ahora ofrece otras razones para que muchos más clientes acudan a él. En ese establecimiento su propietario, Juan Manuel Genao, opera como Subagente Popular y la experiencia le agrada bastante, según contó a periodistas de diversos medios de comunicación que fueron a visitarlo.
El Subagente Bancario, en este caso del Banco Popular, es algo así como un “banco vecino” que viene a facilitar la realización de transacciones financieras cotidianas a una gran parte de la población, de un modo rápido y seguro. Y en Sánchez, esa facilidad -con la colocación del Subagente- cae como una bendición porque la población estaba deseosa y necesitaba que llegara una alternativa de esa naturaleza. Significa que la gente puede realizar una serie de procesos como si estuviera en un banco, aunque en realidad no lo está.
En eso coinciden el dueño del Supermercado Don Diómedes, clientes habituales del negocio, representantes de asociaciones del municipio y la gerente del Área de Mercadeo del Banco Popular, Mariel Crystal Valdez. La ejecutiva de la institución financiera formó parte del staff que acompañó a los periodistas a conocer la experiencia del nuevo modelo de negocios del Subagente bancario.
En general, esa figura, que en el pasado no se conocía en República Dominicana, ahora llega por parte del Banco Popular y se encuentra presente en 68 municipios y 27 provincias del país, con 475 puntos afiliados, de los cuales 157 están completamente operativos y realizando transacciones diariamente. En 36 de esos municipios hasta hace poco el Banco Popular no tenía presencia.
Juan Genao, rememora que desde que tomó el timón del supermercado Don Diómedes (hace un año y siete meses) tuvo la aspiración de representar al banco. Y para beneficio de su comunidad, del banco y de su propio negocio, lo logró. “Mi idea inicial era tener un CNC (Centro de Negocio Personal) y me dirigí a la persona responsable en Nagua por parte del Banco Popular. Le transmití la inquietud y dijeron que iban a ver. Luego de eso, llegó la disposición de la Superintendencia de Bancos aprobando la creación de los subagentes bancarios.
Del Banco Popular me dijeron que eso iba a convenirme más. Cuando me visitaron me explicaron el caso y me gustó. Hicieron las averiguaciones de lugar.
Esto se hizo realidad y la gente está muy contenta aquí en Sánchez”, apuntó Genao, sin esconder su satisfacción por el comportamiento que lleva su establecimiento.
El comerciante aspira a que luego se agregue una mayor cantidad de productos, siempre y cuando el banco lo considere así. Se refiere, por ejemplo, a que los clientes puedan realizar sus depósitos. “Pero como es un plan piloto se supone que irán introduciéndolos de manera paulatina. El banco tiene una ofensiva nueva. Es agresivo y por eso espero que en poco tiempo tengamos esos otros servicios a los que aspiro”, indicó. Genao está acostumbrado a los negocios y sabe las dificultades que surgen cuando “se brega” con gente. Pero en el caso de la modalidad del Subagente bancario asegura que le ha sido más fácil de lo que pensó antes de incursionar en ella.
Cuando le preguntan sobre cómo el Subagente puede impactar en el sistema de su negocio, respondió: “Imagínense, aquí donde hay tanta gente existe un solo banco y realmente la población estaba deseosa de que llegará una solución como esta que ha llegado. Esta población va en aumento y esta iniciativa viene a resolver un gran problema. Ahora estoy detrás de un cajero, porque el cajero será un complemento al servicio. Eso vendrá despacio”.
Juan Manuel Genao ha hecho sus análisis y lo que busca es que haya un mayor dinamismo económico aprovechando la presencia del Subagente Bancario, puede producir un efecto dominó en sentido positivo. “Hay beneficios colaterales”, dice, mientras Aydeé Lorenzo, una clienta, lo observa desde la caja registradora . Genao se refiere a que una persona va al establecimiento a realizar una operación y de paso aprovecha para comprar productos de consumo. Para un negocio convertirse en Subagente tiene que hacer la solicitud a la entidad bancaria y cumplir unos requisitos contemplados para eso.
Sin embargo, a la modalidad de negocios no entra cualquier establecimiento.
Los comercios (que pueden ser farmacias, ferreterías, estaciones de combustibles, o colmados, entre otros) deben tener amplio reconocimiento en la zona donde se encuentran y contar con buena reputación. Y el de Juan Genao la tiene. De eso dio fe la cliente Inés de la Cruz, cuando elCaribe le preguntó sobre eso mientras compraba alimentos. l
Dueño, clientes y ejecutiva bancaria
Juan Manuel Genao
SUBAGENTE BANCARIO Y DUEÑO DE NEGOCIO
“Este pueblo está más que agradecido con este paso dado. Eso de tener aquí un Subagente Popular viene a revolucionar la forma de vida de mucha gente, que antes debía ir súper lejos hasta para pagar un préstamo”.
Mariel Crystal Valdez
gerente área de mercadeo DEL BPD
“Los puntos de la red Subagente Popular se sitúan en localidades de todo el país. El usuario puede, por esa vía, pagar sus préstamos y tarjetas de crédito y recargar minutos, entre otras facilidades incluidas”.
Aydeé Lorenzo
cliente beneficiada con subagente
“Esto nos ha traído un cambio radical. Casi todos los empleados que hay, por ejemplo de Las Terrenas, cobran por el Banco Popular, y para cualquier transacción tenían que ir a Nagua, a Samaná o a Las Terrenas, ya no.
Inés de la Cruz
cliente
“Estoy segura que esto del Subagente Popular es una oportunidad para este pueblo de Sánchez porque tenemos muchos servicios más cerca que antes. Me alegro por esto. No he usado ningún servicio aún, pero lo haré.
