Unas 100 casas arden en incendios en Washington

PATEROS, Washington, EE.UU. (AP) — Los vecinos de una zona arrasada por el fuego caminaban entre los escombros de sus barrios, algunos con máscaras de quirófano para proteger sus pulmones del humo y la ceniza que quedaban en el aire en la comunidad&#8

PATEROS, Washington, EE.UU. (AP) — Los vecinos de una zona arrasada por el fuego caminaban entre los escombros de sus barrios, algunos con máscaras de quirófano para proteger sus pulmones del humo y la ceniza que quedaban en el aire en la comunidad ribereña conocida como «Paterodise».

Un incendio forestal provocado por un rayo y avivado por el viendo destruyó unas 100 viviendas en el estado de Washington entre el jueves y el viernes, dejando a su paso chimeneas solitarias y automóviles calcinados al quemar cientos de millas (kilómetros) cuadradas en el hermoso valle Methow, al nordeste de Seattle.

Pateros, una localidad de 650 habitantes en el condado de Okanogan, resultó especialmente dañada. La mayoría de los vecinos evacuaron por delante de las llamas, y algunos volvieron el viernes para ver qué quedaba de sus hogares.

Los residentes de la pequeña localidad de Malott, al norte de Pateros, recibieron avisos de evacuación el viernes ante el avance del incendio, al igual que otros en zonas cercanas de Brewster.

«Básicamente evacuamos todo el pueblo (de Malott)», comentó el sheriff de Okanogan, Frank Rogers, el viernes por la noche.

El fuego consumió instalaciones de dos importantes redes eléctricas, dejando sin electricidad a Pateros, y las localidades de Winthrop y Twisp, al norte.

El gobernador del estado, Jay Inselee, dijo que había unos 50 incendios en Washington, que ha sufrido una combinación de clima seco y cálido, fuertes vientos y rayos.

«Por desgracia, esto no va a ser un suceso de un día o una semana», señaló.

El sheriff del condado señaló que su equipo había contabilizado 30 casas y remolques destruidos en Pateros, otros 40 en una comunidad a las afueras del pueblo en el lago Alta, y unas 25 viviendas destruidas en otras zonas del condado, donde viven unas 40.000 personas.

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