MINNEAPOLIS (AP) — Centro de atracción en su último Juego de Estrellas, Derek Jeter brilló como en sus mejores tiempos.
Como primer bate de la Liga Americana, el torpedero de 40 años estuvo a las alturas de las circunstancias el martes: bateó un doble por el jardín derecho y también conectó un sencillo en su segundo turno en el tercer inning.
Al abrir el cuarto se dio el anuncio de que Alexei Ramírez le reemplazaba a la defensiva, provocando el retumbe de aplausos en el Target Field.
El capitán de los Yanquis, que pondrá fin a una carrera de 20 temporadas al término de la campaña, recibió la oportunidad de estar en el terreno para el cambio y así salir bajo una cerrada y larga ovación de los fanáticos, que durante sus turnos corearon rítmicamente su nombre, de la misma manera que se hace en las gradas del Yankee Stadium.
En Minneapolis, Jeter se sintió como estuviera en el Bronx. Una grabación de la voz de Bob Sheppard, el extinto locutor de los juegos de los Yanquis, presentó al «Número 2» en sus turnos y el tema «New York, New York» de Frank Sinatra sonó cuando Jeter recibía en la cueva el saludo de sus compañeros de equipo de la Liga Americana.
Mejor imposible. Así se puede describir el libreto de la noche para un jugador, que colegas, coaches y ejecutivos dedicaron una cascada de elogios.
«¿Qué clase de suerte ha tenido este deporte que el ícono de esta generación sea Derek Jeter», dijo el comisionado de las Grandes Ligas Bud Selig.
Tras conectar el doblete, una típica línea por la banda contrario, Jeter anotó la primera carrera del juego, remolcado por un triple de Mike Trout. Y su sencillo le permitió dejar en .481 su promedio en participaciones en el Juego de Estrellas: 12 hits en 26 turnos.
Esta fue la 14ta convocatoria de Jeter para el clásico de mitad de temporada, con nueve mediante el voto de los aficionados.
