En seis letras

““14…el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos 26… De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.” (1 Corintios 12:14,26)

““14…el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos 26… De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.” (1 Corintios 12:14,26)Mientras leía este pasaje bíblico, entendí cuán poderosa es esta verdad, y cómo podemos interpolarla a la vida cotidiana. Empezando por la familia, uno de los elementos más importante dentro de ésta es la manera en la cual los individuos que la componen mantienen nexos de unidad, claro está, respetando siempre límites entre ellos. Aquellas donde, aunque cada cual tiene su espacio, se manejan internamente como un equipo en el cual todos son importantes. En las familias donde la necesidad o el triunfo de uno son compartidos por todos, es casi imposible terminar dando malos frutos.

Así como señala la cita, que todos son importantes en el cuerpo, de igual forma sucede en el lugar de trabajo. En cualquier empresa o institución, el éxito de la misma va a depender de la forma en que se involucren y se manejen entre ellos. Desde quien brinda el café, hasta el más alto ejecutivo, todos tienen un papel a desempeñar, cada uno importante y necesario, tratando de hacerlo en forma excelente.

Partiendo de mi propia experiencia, al salir a nuestras calles diariamente, también entiendo que falta reconocer que en la sociedad hay que trabajar este concepto que se llama unidad. Si se tuviera claro que el dar paso a un peatón, ceder a aquel que intenta hacer un rebaso, no tomar, en el caso de los vehículos públicos, un pasajero con lo que provoca pérdida de tiempo a los que están detrás, obligándolos a detenerse, o algo como tocar permanentemente bocina de manera innecesaria es una forma de unidad entre todos, se evitarían grandes situaciones generadoras de estrés y depresión psicológica cuando salimos a la faena diaria.  Si se quiere que nuestro país, nuestras familias, nuestras empresas y todo lo que humanamente hacemos en la interacción de unos con otros sea exitosa, es necesario buscar, proponer y destacar entre sus miembros la unidad. Esto se logra reconociendo que tu sociedad, empresa y hogar dependerán precisamente de que entiendas que son un todo, un cuerpo en el cual, tanto la mano, como el pie, el intestino, son necesarios, donde cada uno se complementa.

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