“Mientras viví en el extranjero, nunca me desprendí de mis raíces”

Yadira Morel nació en Santiago, allí vivió hasta que en 1972, graduada de abogada, se fue a vivir al extranjero. En 1998, hizo sus maletas de regreso, y en compañía de la persona amada y cargando entre sus brazos su mayor tesoro: Su hija, Yadira&#823

Yadira Morel nació en Santiago, allí vivió hasta que en 1972, graduada de abogada, se fue a vivir al extranjero. En 1998, hizo sus maletas de regreso, y en compañía de la persona amada y cargando entre sus brazos su mayor tesoro: Su hija, Yadira Isabel, llegó al país, decidida a ganarse su espacio.

La experiencia adquirida en los medios de comunicación, mientras vivía en  Miami y Nueva York, y sus amplios conocimientos en el tema migratorio, le sirvieron para establecerse en la televisión dominicana con sus cápsulas sobre migración. A pesar de haber vivido por muchos años en los Estados Unidos, asegura que nunca perdió el contacto con sus amigas de infancia, ni con la cultura criolla. Lamenta que por falta de oportunidades, los dominicanos tengan que irse a vivir fuera del país y lejos de su gente. “Me causa tristeza el deseo tan grande que tienen los dominicanos de dejar este país, buscando una mejor vida y perdiendo la felicidad, porque se pasan toda la vida pensando en nuestra comida y en nuestra gente”.

1. Nació en Santiago
Mi nombre es Yadira Clementina Morel Morel, nací en Santiago de los Caballeros. Mi padre se llamaba Clemente Morel, y mi mamá, Isabel Morel. Somos dos hermanas, Dilcia y yo. Lo mejor que me pudo haber pasado fue haber nacido en Santiago, además de viajar y de vivir en diferentes lugares. Pienso que el mejor legado que recibí fue haber nacido en este país y haber ido a un colegio de monjas, porque mis amigas de esa época son las que más han perdurado junto a mí. Al irme a vivir a Miami y Nueva York, esas amistades eran las que me daban fuerzas, los valores que yo había aprendido, mi educación y Santiago.

2. Herencia materna
Mi padre murió, pero mi madre está viva. Vive en Santiago. Mi madre es una mujer sumamente inteligente, trabajadora. Tiene 89 años y es voluntaria en el Auspicio San Vicente de Paúl. Ve todas las noticias, es una persona muy activa. De mi madre heredé su capacidad de trabajo, su temperamento y su inteligencia. De mi padre no mucho, porque compartí poco con él, mi primer viaje, donde él, fue a los 12 años y después viajaba en las vacaciones. Realmente no tuvimos la conexión que yo tengo con mi mamá.

3. Muy traviesa
Yo fui una niña muy traviesa. Hice tantas travesuras que no puedo decirte una que haya sido mayor a otra. Pero recuerdo que como no me gustaba que me hicieran moños, porque antes a las niñas le hacían moños…, pero eran muy apretados y me halaban el cabello y a mí no me gustaba; entonces para que no me los hicieran, me puse chiclets en la cabeza, para que tuvieran que cortarme todo el pelo. Me pelaron a machito. Otra cosa que yo hacía era coger muchísimo fiao en el colmado, diciendo que era mi mamá que lo mandaba a buscar. Por eso me daban pelas muy grandes. Yo era tremenda en el colegio. Recuerdo una profesora que no se peinaba y mi mamá, el Día del Maestro, le mandó un regalo y yo lo cambié por un peine, eso fue lo que le llevé. Era tremenda, pero era muy aplicada e inteligente.

4. Tres veces abogada
Estudié Derecho en la Universidad Católica Madre y Maestra y luego, al llegar a Nueva York y recibir la gran noticia de que yo no era nadie, quise hacer una maestría, pero no podía; entonces tuve que hacer la carrera de Derecho otra vez. Cuando terminé la carrera en Nueva York, me casé y fui a vivir al estado de La Florida, que no reconocía la mayor parte de lo que yo había hecho en Nueva York, así que tuve que hacer la carrera de nuevo. O sea, que soy abogada tres veces.

5. Madre después de los 40
Fui una madre vieja. Eso es un poco difícil, porque yo tuve mi hija a los 44 años y, realmente, me involucré mucho, porque cuando eres una madre a esa edad, lo que más te preocupa es que te pase algo y tu hija se quede huérfana. Yo vivía cuidando todo, metida en su colegio. Estaba muy involucrada, porque la maternidad adulta da temor de no llegar a ver tu hija grande. Eso es terrible. Mi hija, Yadira Isabel, es una niña muy inteligente y trabajadora, y la veo tan empoderada de su vida que ya perdí el miedo, pero por muchos años tuve mucho miedo. Por eso, no recomiendo la maternidad adulta. No es que no haya disfrutado a mi hija, lo he hecho, pero con el temor de no poder verla crecer.

6. En los medios de comunicación
Desde que vine de los Estados Unidos comencé a relacionarme en los medios de comunicación. En Miami tenía un programa de radio y de televisión con Leonel Peña, que es el verdadero zar dominicano en Miami. Cuando llegué al país, él llamó a Domingo Bautista y comencé a tener un espacio en la Súper Revista. Luego conocí la familia de Miguel Guerrero y entré al canal 5 en un programa que se llamaba Matinal, con Miguel Guerrero, Persio Maldonado y Danny Alcántara. Hacía cápsulas relacionadas al tema migratorio. Y desde ahí, todo fue increíble.

7. Un caso doloroso
En el tema migratorio muchos casos me han marcado, pero te podría decir que el que más me dolió fue el suicidio de una niña, que a través de una entrevista consular descubrió, que quienes ella creía que eran sus padres, no lo eran. En realidad ella era hija del servicio doméstico, pero la habían criado al nivel de los dueños de la casa, y cuando con el tema migratorio, se descubre todo, ella no lo superó. Me marcó mucho, lo recuerdo con dolor. Ella solo tenía 17 años. De esto hace cerca de seis años. Ese es el resultado de una mentira, porque si adoptas un niño, dile que es adoptado, porque hay situaciones en que se descubre la verdadera genética y pasan esas cosas. En el consulado, el cónsul quiso que se hicieran una prueba de ADN y ella me visitó para reclamar, ella me dijo que quería que yo demandara al consulado porque le habían faltado el respeto a su madre. La mentira es lo peor, la gente no sabe el poder destructivo de una mentira.

8. Triste realidad
Me causa tristeza el deseo tan grande que tienen los dominicanos de dejar este país, buscando una mejor vida y perdiendo la felicidad; porque se pasan el tiempo añorando nuestra comida, nuestra gente, y en Navidad se sientan en una mesa entristecidos porque no pueden compartir con los seres queridos que dejan aquí. Eso pasa por la falta de oportunidades que tienen los dominicanos, culpa de todos los que han gobernado el país, que no les enseñaron a echar el pleito en su país, no les dieron la herramienta única que sirve para lograrlo todo, que es la educación.

9. Formación de hogar
La educación en República Dominicana es mil veces mejor que en los Estados Unidos, principalmente para los que han tenido mejores oportunidades. Porque tenemos una clase que es muy desprovista, pero en los hogares como fue el mío, donde había una combinación de educación doméstica y académica, es mucho mejor. La educación en los Estados Unidos no la puedes controlar, tú tienes que inscribir a tus hijos dependiendo dónde vivas. Ese fue el móvil que me trajo a mudarme aquí, quería que mi hija estudiara aquí, quería que ella recibiera el mayor legado que yo recibí, que es la gente con la cual crecí. Lo mejor que me ha pasado en la vida es haber regresado a mi país, porque después de haber regresado me di cuenta que cambié de territorio, pero nunca me fui.

10. Realizada
Solo aspiro a poder seguir aportando, a través de mi trabajo, los  conocimientos sobre un tema que en este país es muy importante. Seguir haciendo lo que hasta ahora hago y para lo que me preparé. Me siento realizada, no solamente con la parte legal de mi trabajo, sino también con la parte humana, y por la capacidad de hacer entender a las personas que diciendo la verdad, es que los puedo ayudar. La verdad es importante, porque las mentiras sólo te llevan a perder credibilidad, y en el tema migratorio, te pueden cerrar las puertas. de ese sueño que tienen la mayoría de los seres humanos.

Del amor y otras reflexiones

“Como madre, he tenido momentos de preocupación, pero eso es parte de nuestra responsabilidad. Debemos de entender que nuestros hijos salen de nosotros, pero no son como nosotros, y tenemos que trabajarlos cuando en algunas situaciones ellos no llenan nuestras expectativas. En cuanto a vivir fuera del país, los cambios no los pude percibir, porque todo el tiempo sufrí de algo que se llama Nostalgia Regresiva, que es cuando uno está en un país en contacto permanente con el que dejó. Yo nunca me desprendí de mis raíces.

Regreso al país enamorada, y tú sabes que cuando uno está enamorado todo es bonito; no conocía la capital, porque desde Santiago me fui a los Estados Unidos. Llegué enamorada y con una niña que pensé que lo mejor que le podía pasar era educarse en la República Dominicana, y hoy la vida, una vez más, me lo demuestra. Mantuve toda la vida el contacto con mis amigas de aquí. Yo venía hasta a celebrar cumpleaños en Santiago.

Confianza
“Creo en Dios, pero también creo en las herramientas que hacen que las cosas sean más fáciles, como ser honestos y transparentes”.

Ser humano
“La gente dice que los abogados saben poco de amor, pero no creo que sea así. El amor es una condición de todo ser humano.Todos nos enamoramos”.

Satisfecha
“No fui de muchos sueños. La vida que me tocó fue más de realidades que de sueños, pero esta vida es la que hubiera querido, de haberla soñado”.

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