Los almuerzos de la Cámara Americana de Comercio, desde ya hace muchos años, se han convertido en el foro ideal para oír experiencias, planes, tanto del sector gubernamental como del sector privado. Por igual, charlistas internacionales nos cuentan experiencias que, sin duda, enriquecen el marco de referencia del público que con asiduidad asiste.
En esta oportunidad se dio un caso único: dos charlistas de un mismo sector interactuaron, aunque uno representaba al Gobierno y el otro a la empresa privada. Se trata de Aquiles Bermúdez y de Luisa Fernández Durán.
Bien dijo Bermúdez al iniciar su exposición y cito: “Sé que es poco común y difícil de compartir un escenario como este para tratar un tema común entre dos oradores y evitar duplicidad de informaciones. Reconocí desde el principio que sería un reto hacerlo, pero mi mayor motivación fue la de demostrar al país, una vez más, que el trabajo conjunto entre el sector público y privado es lo que va a promover un desarrollo económico y social acelerado de la República Dominicana y que trabajar juntos sí se puede hacer”.
Por su lado, Fernández Durán, quien es directora del Consejo Nacional de Zonas Francas, con su entusiasmo, pasión y transparencia de siempre, inició dando datos interesantes. Dijo que en vez de criticar el modelo de zonas francas lo que debemos hacer es promover que el sector industrial nacional se convierta en el suplidor de las zonas francas. Estas son sus palabras textuales: “Espero el momento en que todos los insumos que utilicen las zonas francas sean producidos por el mercado nacional, para generar los empleos y el desarrollo que todos anhelamos”.
Según los interesantes datos aportados por Fernández, en el mundo 135 países tienen esquemas de zona franca, que generan 70 millones de empleos y exportaciones de 850 billones de dólares, representando el 40% de las exportaciones mundiales.
Están distribuidas en un 28% en América, Europa y Asia Central 19%, Medio Oriente y África del Norte 9%, África sub-sahariana 5%, Asia-Pacífico, 44%.
Un despacho de Reuters indica que Grecia planea establecer “zonas económicas especiales” para atraer la inversión privada y sacar de la depresión a esta nación. En Cuba se proponen construir un megapuerto en Mariel con ayuda de Brasil.
Llamo la atención sobre estos datos porque es mucha la crítica que se hace en nuestro país al modelo de zona franca, cuando otras naciones, incluyendo a los Estados Unidos, planean seguir desarrollando este esquema de producción.
En nuestro país solo la industria local genera más empleos que las zonas francas, que aportan 144,383 puestos de trabajo directos y más de 200,000 indirectos. Mientras tanto, las exportaciones superan ya los 5,000 millones de dólares. Sin embargo, mientras estas crecen, el sector local decrece y la razón es clara: mientras unos han contado con reglas claras, el otro sector debe competir con incertidumbre frente a un mercado informal.
Nuestra querida Luisa, con quien he tenido el placer de trabajar desde los sectores público y privado, expuso la visión de las zonas francas tan interesante que la misma debe convertirse en la visión de todo el sector productivo no importa en el régimen en el cual esté establecido. “Promover la consolidación de todo el sector productivo nacional como líder regional, orientando sus políticas de acuerdo a la normativa del comercio internacional, la apertura de los mercados, y la globalización de la economía”, expuso.
¿Cuántos congresos hemos hecho? ¿Cuántos planes? Recuerdo que a principios de los años noventa desde la Asociación de Industrias se promovió la integración del sector zona franca y el mercado local a lo que se llamó “Enlaces Industriales” sin resultados.
¿Son más inteligentes unos empresarios que otros? No, incluso muchos tienen empresas en ambos sectores. ¿Qué ha faltado?
¿Ha faltado una Luisa Fernández en otros sectores que se atreva a decir en público que el Estado no está para invertir como empresario, sino para facilitar la inversión del sector privado? ¿Ha faltado entender que la competencia es cada vez más feroz y las condiciones más difíciles? ¿Preferimos la desaparición del sector local para beneficiar las importaciones?
El presidente Danilo Medina en el 2do. Congreso Industrial prometió hacer un objetivo de su gobierno el crecimiento de los sectores productivos. Y no establezco diferencias de regímenes porque, al fin y al cabo, todos somos industriales. Lo que está claro es que es necesario simplificar muchos mecanismos para que la producción local pueda ser suplidora de zonas francas, agilizar los permisos que muchas veces se convierten en trabas y costos y que el ministro de Industria y Comercio, no importa el que esté en el cargo, promueva la misma integración que hay gobierno-zonas francas.
El país corre grandes riesgos, pronto no será con China con quien tendremos que competir, lo será con muchos otros países que cuentan con condiciones mejores que el nuestro, empezando por Estados Unidos, que no solo tiene combustible y energía más barata, sino que existen políticas estatales para atraer inversiones con enormes incentivos.
Si nos comparamos con países como México, Tailandia, India, Rusia, Indonesia, de acuerdo al Doing Business, ocupamos el último lugar en cuanto al ambiente general de negocios y la facilidad de hacer negocios, en cuanto a logística el penúltimo lugar solo Rusia nos supera en dificultades. Y por igual, solo Rusia nos supera en la percepción de la corrupción.
Tenemos una balanza comercial deficitaria que, si trabajamos juntos empresarios y gobiernos, podemos revertir rápidamente el déficit y convertirlo en superávit. Somos un país con estabilidad política y económica, excelente relación gobierno sector privado, seguridad jurídica, libertad de transferencia de utilidades, excelente infraestructura, y estamos haciendo un gran esfuerzo en el área de la educación.
Solo nos falta tal y como lo prometió el Consejo de Zonas Francas y ADOZONA, en el almuerzo de la Cámara: Trabajar unidos hacia un solo objetivo, el crecimiento del empleo y la reducción de la pobreza.
