Dueña del bar donde mataron a Monkey Black: “Le vi salir con la espalda ensangrentada”

La noche del miércoles, Monkey Black fue asesinado tras una disputa en un bar de un barrio conflictivo de Sant Adrià del Besòs (Barcelona), donde vivía. Recibió al menos dos cuchilladas, una en el tórax y otra en el costado, que le costaron…

Dueña del bar donde mataron a Monkey Black: “Le vi salir con la espalda ensangrentada”

La noche del miércoles, Monkey Black fue asesinado tras una disputa en un bar de un barrio conflictivo de Sant Adrià del Besòs (Barcelona), donde vivía. Recibió al menos dos cuchilladas, una en el tórax y otra en el costado, que le costaron la&#8230

La noche del miércoles, Monkey Black fue asesinado tras una disputa en un bar de un barrio conflictivo de Sant Adrià del Besòs (Barcelona), donde vivía. Recibió al menos dos cuchilladas, una en el tórax y otra en el costado, que le costaron la vida.

Según publicó el periódico El País en su versión digital, los Mossos d’Esquadra  buscan a dos hombres, que huyeron del local, dejándose un móvil, y sus copas sin acabar.

La discusión fue con dos hombres, de etnia gitana, por motivos que todavía no están claros. “Le vi salir con la espalda ensangrentada”, contó ayer una de las dueñas del local. Monkey Black apenas tuvo fuerzas para caminar unos metros. Intentó entrar en otro bar a pedir ayuda, pero se desplomó. Los agresores huyeron. “Todos saben quiénes son, o se entregan o iremos a por ellos”, amenazaron dos amigos de la víctima. Matías lamentó el temido y augurado final: “Era un talento, que intentó buscar una vida mejor en España”.

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La noche del miércoles, Monkey Black fue asesinado tras una disputa en un bar de un barrio conflictivo de Sant Adrià del Besòs (Barcelona), donde vivía. Recibió al menos dos cuchilladas, una en el tórax y otra en el costado, que le costaron la vida.

Según publicó el periódico El País en su versión digital, los Mossos d’Esquadra  buscan a dos hombres, que huyeron del local, dejándose un móvil, y sus copas sin acabar.

La discusión fue con dos hombres, de etnia gitana, por motivos que todavía no están claros. “Le vi salir con la espalda ensangrentada”, contó ayer una de las dueñas del local. Monkey Black apenas tuvo fuerzas para caminar unos metros. Continuar leyendo en Bureo…

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