La familia de Vicente Bengoa fue víctima nueva vez de los delincuentes. Hace unos días, atracaron a un nieto del exministro de Hacienda, el tercero de su familia asaltado en los últimos meses. Julio, un jovencito de 19 años, hijo de María José, la mayor de las hijas de Vicente, fue asaltado a punta de pistola y despojado del efectivo que llevaba en la cartera, aunque los delincuentes le devolvieron sus documentos personales (¡qué atentos!). Ya antes, en circunstancias semejantes, fue asaltada su madre, que forcejeó con los atracadores, y más recientemente, también a punta de pistola, atracaron a Vicentico, hijo del ex ministro. ¿Qué es lo que está pasando?
No es lo mismo
Cierto que no es lo mismo ser candidato que líder. A propósito, recibí por email ayer un comentario-colaboración anónimo que me permito reproducir por lo certero de su contenido. Lean ahí: “Cuando ayer en San Francisco de Macorís le preguntaron a Hipólito sobre el gambito envenenado con que Juan Bolívar Díaz le abrió la partida de ajedrez que fue su artículo del domingo, de que sea el líder y no el candidato de la Convergencia, Mejía empezó a responder con el subconsciente: ‘Una cosa es lo que piensa Juan Bolívar…’ pero en ese punto se corrigió en el aire y redondeó con palabras bonitas dichas por el consciente para no contrariar al amigo periodista. La frase del refranero que todo el criollo tiene bien enterrada, pero listo a disparar desde el subconsciente es: ‘Una cosa piensa el burro, y otra el que lo está aparejando’. Es sabido que Mejía puede ser astuto como culebra. Él sabe que en la política criolla, y mundial, en tiempos preelectorales y electorales todo se mueve alrededor del candidato, y que el líder queda reducido a figura decorativa que se usa a conveniencia, si obligaren las circunstancias. Más cuando se trata de expresidentes de la República, que según Felipe González -quien sabe muy por qué lo dice-, devienen en jarrones chinos, que estorban doquiera que los tiran”. No agrego ni quito nada…
