Mientras conversaba en la redacción con mi compañero Samuel Félix acerca del premio de Jugador Más Valioso de la NBA (MVP por sus siglas en inglés) se me ocurrió hacer una lista sin los dos candidatos duros: Kevin Durant y LeBron James.
Plasmar desde mi óptica una especie de 3,4 y 5, con la sola intención de revisar y reconocer la temporada de otros jugadores que igual tienen méritos en sus respectivas organizaciones de la liga.
Mi lista, obligatoriamente, tiene que comenzar con Blake Griffin, quien, sin lugar a dudas, tiene un impacto directo en la gran temporada que hilvanan los Clippers de Los Ángeles (46-20), terceros en la Conferencia Oeste.
Griffin lidera a ese equipo en anotación con 24.4 puntos y es segundo en rebotes (9.7), dejando claro que ya no es un jugador que sólo estaba para donquear en la cancha. Siempre dije que Griffin debía cambiar su estilo de juego y que necesitaba tomar un disparo de media distancia y es obvio que ha logrado las dos cosas.
No sé ustedes, pero hasta he notado que Griffin ha quitado cierto protagonismo a una súper estrella como Chris Paul, que por su posición en el juego y su talento en cancha tiene una clara ventaja en ese sentido.
El número cuatro en mi lista es Joaquin Noah, el guerrero de los Bulls de Chicago. No sé por qué no me atrevo a ponerlo de número tres en este listado. Sinceramente, no sé. Es que Noah tiene todo a su favor y posee tantos méritos como Griffin. Joaquin es otro que ha mostrado que los Bulls de Chicago puede ser una escuadra de élite sin la presencia de Derrik Rose, la estrella máxima del conjunto, quien prácticamente no ha jugado en dos temporadas.
Sus promedios en puntos (12.2) y rebotes (11.3) han sido los mejores de su carrera, y, si bien ha estado por encima en ofensiva, su trabajo defensivo dibuja una temporada brillante para unos Bulls que son cuartos en la Conferencia Este. James Harden cuenta con méritos sobrados en Houston para estar de quinto en mi lista, mientras que, a pesar de la lesión, incluyo a LaMarcus Aldridge sexto en la boleta y luego, claro, ubico a Paul George en la séptima posición.
