Ocho empleados de comedor económico denuncian fueron sacados a la fuerza

Dajabón,- Siete mujeres y un hombre que trabajan desde hace varios años como empleados del comedor económico de esta ciudad, denunciaron este lunes que fueron obligados a salir del lugar sin entregarles cartas de cancelaciones, por parte de la gobernad

Dajabón,- Siete mujeres y un hombre que trabajan desde hace varios años como empleados del comedor económico de esta ciudad, denunciaron este lunes que fueron obligados a salir del lugar sin entregarles cartas de cancelaciones, por parte de la gobernadora  Fiordaliza Ceballos y varios militares portando armas largas.
 
Entre los expulsados forzosamente del lugar figuran, Juana Morales, Fiordaliza Contreras, Yoselín de la Rosa, Celia de los Reyes, Amarilis Solís, Alexandra Martínez, Alexandra Martínez Y Porfirio Valdez.
 
Yoselín  de la Rosa, quien sirvió de vocera de los afectados,  dijo que en el comedor económico de allí se suscita un conflicto desde que fue designada como nueva encargada  Yoselin Jiménez, a quien acusan de  discriminarlas y ser represiva.
 
Sostuvo que desde su llegada al lugar, la nueva encargada las amenazó con  cancelarlas a todas porque forman parte del equipo político de la senadora Sonia Mateo y que ahora es otro gallo que canta en el lugar.
 
Explicó que la retaliación llega tan lejos que la encargada acuso a una de ellas de ir armada de un machete al lugar, cuando en verdad utilizó el arma fue para picar una cantidad pollos que estaban congelados. 
 
“Yoselín  Jiménez nos cierra con llaves la puerta del baño, no nos permite comer como empleados en el lugar y nos amonesta hasta por verlas sentadas en horas no laborables”, dijo la empleada suspendida.
 
De su lado, la gobernadora Ceballos, dijo mediante una llamada telefónica que realizó a un programa de radio local, que el personal del comedor económico fue suspendido de funciones por el conflicto interno que mantienen con la encargada y que no serán repuestas.
 
Sostuvo que el conflicto no es con todas las empleadas, pero que algunas decidieron solidarizarse con sus compañeras suspendidas, a quienes se les impidió la entrada al puesto de trabajo.
 
En el lugar, fueron dejados varios militares quienes impiden la entrada de las trabajadoras suspendidas sin haberles entregado las cartas de cancelaciones, mientras las mismas amenazaron con montar una vigilia hasta tanto les sea entregado el documento o que les permitan trabajar como antes.

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