Los moradores de este municipio cerraron el comercio y decidieron desmontar los contadores como parte de la protesta contra las largas tandas de apagones.
Al menos 300 medidores fueron despegados de las viviendas y colocados en la vía y luego tirados en camionetas para entregarlos a la comercializadora Edenorte. Aunque solo tenían previsto cerrar los negocios, los profesores se sumaron dejando de impartir docencia y los choferes de Sabana Iglesia y la comunidad La Zanja guardaron sus unidades como parte del paro que por 24 horas convocaron las organizaciones comunitarias.
Otros derribaron árboles, lanzaron escombros en medio de la vía o quemaron neumáticos. Esto impidió el paso de los que transitaban por el lugar. Eladio Beltré, presidente de la junta de vecinos de la Zanja, quien fungió como vocero de los manifestantes, dijo que la protesta es por el incumplimiento de las autoridades de Edenorte que prometieron darles 22 horas de electricidad, pero solo reciben apagones.
“Seguiremos en pie de lucha después de este paro y lo que resulte de la asamblea, entonces lo asumiremos”, expresó Beltré al hablar con reporteros de este diario. Aunque el alcalde del municipio de Sabana Iglesia, Pablo Batista, intentó mediar, los comunitarios advirtieron que seguirían su lucha. Batista, quien rechazó el método, dijo que ya había acordado con la gobernadora provincial y Edenorte para que una comisión fuera recibida.
Agentes policiales fueron apostados con armas largas aunque no hubo enfrentamiento. La pasada semana, los moradores de Baitoa protestaron montando un piquete frente a las oficinas principales de Edenorte en la avenida Juan Pablo Duarte, donde alegaron lo mismo que sus vecinos de Sabana Iglesia, que según dicen fueron engañados bajo la promesa de instalar el servicio 24 horas.
Y es que desde enero el servicio se ha desplomado y hasta en comunidades que forman parte de circuitos privilegiados, las tandas de apagones son de hasta ocho horas.
