Victoria Liriano repartió fotografías, incluso dio por muerta a su hija Maribel, la que llevaba doce años raptada por un hombre que llegó a su casa y que dijo era pastor.
Aunque siente la alegría de ver a su hija con vida, Victoria teme que José Altagracia Lantigua pueda salir de prisión y hacerles daño, debido a que ahora recibe amenazas.
En su casa de madera, hojalata y zinc del barrio Los Jiménez del distrito municipal de Hato del Yaque, esta mujer rechaza que su hija fuera entregada a José, tras el supuesto padrastro violarla.
Acusa a su propia hermana, Mercedes Liriano, de ser la responsable de prácticamente venderla a cambio de dinero. Recuerda que todo sucedió cuando vivía en Salcedo y ella junto a otra hija acudió a ver a su esposo y un hijo que estaban ingresados en el hospital Pascasio Toribio.
“Yo solo le pregunté Mercedes qué hizo con mi hija y ella me dijo que Maribel decidió irse por su cuenta con José, pero luego me enteré de que fue ella quien la obligó a que sostuviera relaciones sexuales con él, y luego, a cambio de dinero, se la entregó”, explicó Victoria.
Dijo que solo vio a José Altagracia Lantigua en una ocasión y fue una vez que dijo que era pastor de una iglesia, desde entonces no supieron más de él.
Según le habría revelado Maribel a su hermana Romula Germosén Liriano, sus siete niños presentan problemas de hernia en el ombligo, debido a que cuando nacieron le fueron cortados con tijera por el propio José, quien en un momento pretendió obligar a Maribel a sacar la cédula con su apellido.
En tanto que Mercedes acusó al padre de Maribel, Oscar López, de haber sido él quien entregó su hija a José Lantigua, sin embargo, reconoce que le quitó una querella que pesaba sobre él por haberle violado una hija de 11 años.
La madre y otros parientes solo esperan que se haga justicia contra Lantigua y su tía.
Cuando le reclaman a la tía que vive en la comunidad de Hato Mayor, al este de Santiago, esta le advierte de las consecuencias.