En un momento en que las protestas sociales han disminuido notoriamente, y que incluso el muro de los reclamos en que han convertido el área exterior del Palacio Nacional ha perdido clientela, descubrimos cómo agentes económicos pasan a ser el eje activo de la “movilización social”. Se trata de un extraño fenómeno que obligará a los expertos a un análisis concienzudo para descubrir las motrices profundas que lo provocan.
Hemos observado los paros del comercio contra la instalación de las “impresoras fiscales”. Pero sólo se busca transparentar las operaciones en el comercio. El objetivo, lo ha explicado de todas maneras la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), es mejorar las recaudaciones.
La primera queja del sector comercial que lo adversa es que implicaba un alto costo para sus modestos negocios. La DGII prometía buscar fórmulas para facilitar la implantación.
Pero ahora agregan una demanda verdaderamente popular, que el Gobierno deje sin efecto el alza del ITBIS del 8 al 11% sobre una serie de productos, cuya aplicación había sido aplazada. Una voz solitaria en el liderazgo político había hecho igual pedido.
La población, que a fin de cuentas sería la afectada, ha aceptado el gravamen, que es una decisión del Estado establecida por el Congreso Nacional. En ninguna parte del mundo se pretende torcer la mano de la Administración para que incumpla la ley.
El grito es en nombre del pequeño comercio. La DGII ha dicho que no instalará soluciones fiscales en aquellos negocios que facturen por debajo de los RD$39 millones anuales. Pocos pequeños negocios facturan más de esa cantidad.
La Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS) acogió las impresoras fiscales y su presidente ha dicho que le concedieron más de lo que pedían. La Asociación de Industriales de Herrera y la provincia Santo Domingo entiende que el rechazo de las impresoras es “sospechoso”, que es “un conato de rebelión fiscal”. Y que la convocatoria a huelga es insensata.
Hoy los detallistas de gasolina marchan hacia el Palacio Nacional contra los precios de los combustibles y paralizarán las ventas de combustibles. Y piden apoyo popular.
¿Cómo entender un contrasentido? l
