En medio de consignas nacionalistas, miembros de la Red Nacional de la Defensa de la Soberanía, celebraron ayer el coloquio: “Riesgos del Plan de Regularización de extranjeros ilegales y la naturalización colectiva para la estabilidad y el futuro de la República Dominicana”.
“¿Adónde nos conducirá el deterioro social que resulta de una inmigración desbordada? ¿A un conflicto civil que ponga en peligro la estabilidad social, independencia e instituciones democráticas?”.
Con esta interrogante, el empresario Felipe Auffant criticó la débil política migratoria ejecutada por los últimos gobiernos, la que tildó de miope y carente de sentido, y que a su juicio “terminará cuando los haitianos y los dominicanos se empujen mutuamente por ocupar las camas de los hospitales públicos”.
Auffant, quien propone el cierre de la frontera y la construcción de una valla para controlar la inmigración desbordada, afirmó que el país corre el riesgo de ser arrastrado a una situación de caos y a un paulatino deterioro social y medioambiental, si el Gobierno no enfrenta con firmeza y valentía el tema.
“El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico para defender la soberanía”, afirmó, entre aplausos de los asistentes que abarrotaron el salón del Hotel Embajador.
La actividad, que aglutinó a connotados juristas, historiadores, líderes sindicales y comunicadores, como Euclides Gutiérrez Félix, el exjefe de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez, Manuel Núñez, Consuelo Despradel, Julio Martínez Pozo, Gabriel del Río, entre otros, también sirvió para la puesta en circulación del libro “Derecho migratorio en la República Dominicana” de la autoría de Juan Miguel Castillo Pantaleón.
Al agotar su turno, el abogado José Miguel Vásquez afirmó que la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, debió merecer elogios, ya que permite solucionar el estatus legal de personas “que son inexistentes en sus propios países”.
Agregó que el decreto 237-13, que instituye el Plan de Regularización, contiene vicios de inconstitucionalidad, y entra en contradicción con la referida sentencia. Manifestó que con sus críticas no busca destruir la pieza sino evitar que el país desaparezca.
De su lado, José Miguel Soto Jiménez, quien abordó el tema: “La soberanía y la seguridad nacional en peligro”, dijo que desde tiempos inmemoriales el país ha recibido agresiones permanentes por parte del pueblo haitiano lo que ha motivado la división de ambas naciones.
Afirmó que el Estado dominicano sentía vergüenza de ejercer la soberanía nacional, y había sido incapaz de articular una política migratoria, hasta la entrada en vigencia de la sentencia 168-13. l maría teresa morel
Quieren que RD absorba población haitiana
Castillo Pantaleón dijo que hay sectores interesados en que el país absorba la mayor cantidad posible de población haitiana como parte de una política regional.
“Se trata de que RD absorba el problema de esta nación fallida, porque hay la peregrina idea de que RD, que ha logrado construir más o menos instituciones funcionales, y que ha logrado ir afianzando una mentalidad política democrática, trasplante a Haití esa cultura democrática”.
