WEST LAFAYETTE, Indiana, EE.UU.— Un hombre abrió fuego el martes en un aula de la Universidad Purdue, mató a una persona y provocó que los funcionarios alertaran a los estudiantes a través de un mensaje de texto para que buscaran refugio, informaron autoridades.
Se cree que la persona baleada era el blanco del atacante. El jefe de la policía del campus John Cox dijo que el presunto agresor está detenido tras rendirse afuera del edificio de la carrera de ingeniería eléctrica pocos minutos después del ataque.
Los estudiantes describieron una situación caótica cuando se dio el reporte.
Julissa Martínez, quien cursa el primer año en la universidad, dijo que estaba en clase de sicología en otra parte del campus cuando recibió el mensaje de texto en el que se le informaba que las instalaciones estaban cerradas.
Agregó que el profesor siguió con la clase por unos momentos y luego se detuvo para que los estudiantes pudieran avisar a sus allegados para decirles que estaban a salvo.
Las identidades del sospechoso y la víctima no fueron confirmadas de inmediato. Cox dijo que el sospechoso ingresó en el edificio, «tomó las medidas que tomó» y «de inmediato salió de la instalación sin ningún otro tipo de interacción de la que estemos enterados».
Agregó que el sospechoso no estaba cooperando de inmediato con los investigadores. Dijo que algunas personas fueron testigos de los disparos, pero no especificó si el ataque se produjo durante una clase.
El tiroteo fue reportado al filo del mediodía.
Las autoridades de la Universidad emitieron una alerta de texto poco después de que se reportó el tiroteo en la que decían que todos los que se encontraran en el campus, localizado a unos 85 kilómetros (60 millas) de la ciudad de Indianápolis, debían buscar refugio.
Dos horas después, las autoridades informaron que no hay amenaza alguna en el campus y permitieron que se reanudaran las actividades cotidianas, a excepción del edificio de ingeniería eléctrica.
Los oficiales consideraron que el campus era seguro, dijo el rector de Purdue, Tim Sands, quien en junio se convertirá en presidente de Virginia Tech, donde una masacre dejó 33 muertos en abril de 2007.
Sin embargo, la universidad anunció más tarde que las clases fueron suspendidas hasta el miércoles. Una vigilia estaba programada para la noche del martes.
