Raúl Méndez Acosta, médico dominicano, es un joven deportista conocedor del boxeo. Le doy mi espacio. Analiza la carrera del púgil puertorriqueño Wilfredo Benítez.Este es su trabajo dividido en tres entregas: Al momento de escudriñar nombres de boxeadores históricos que reunían condiciones excepcionales de técnica, velocidad, inteligencia, defensa y algunas marcas implantadas difíciles de romper, nos llega sin dudas la imagen del gran boxeador puertorriqueño Wilfredo Benítez, quien ha sido quizá el púgil latinoamericano más talentoso y de mayor calidad.
Benítez comenzó el boxeo profesional a la edad de 15 años en 1973 de la mano de su padre.
A pesar de nacer en Nueva York jamás negó sus raíces. Se distinguió por identificarse con la cultura de Puerto Rico.
Su padre, Goyo Benítez, fungía como entrenador del campeón mundial ligero Esteban De Jesús.
Siendo un niño, su padre lo ponía hacer de sparring del ya adulto y fuerte pegador De Jesús.
Debutó en el peso ligero el 22 de noviembre de 1973 ante Hiram Santiago a quien venció por KO en el primer asalto.
De sus siguientes 11 peleas ganó diez por nocaut incluyendo su debut en Estados Unidos ante Al Hughes y Terry Summerhays.
Campeón a los 17 años
En 1975 derrota al veteranísimo cubano Ángel Robinson García, quien pese a tener impresionantes estadísticas no fue campeón mundial, pero tuvo el mérito de haber enfrentado a los mejores de esa época. El seis de marzo de 1976 se le presenta su primer chance mundialista en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan ante el campeón súper ligero de la Asociación Mundial de Boxeo, el colombiano Antonio Cervantes (Kid Pambelé).
La pelea fue intensa: la dominó Benítez en la primera parte y Pambelé remontó en los rounds finales, pero no le valió. Perdió por decisión dividida.
En 1979 los árbitros también aportaban puntuaciones. Los resultados fueron: referí Isaac Herrera 148-144, juez Roberto Ramírez 147-142, juez Jesús Celis 145-147.
