El vicepresidente de la Unión de Farmacias, Julio Curiel de Moya, advirtió sobre el uso de medicamentos falsificados, para cuya elaboración, en algunos casos, utilizan aserrín, talco y “hasta cemento y pintura”.Al ser entrevistado en el programa “Enfoque Matinal”, que se transmite por NCDN, canal 37, Curiel de Moya definió como productos falsificados a los medicamentos que no tienen la sustancia que deben tener, que son copias de los originales y que al final lo que está buscando es utilizar sustancias en menor proporción. Dijo que esa situación se da en gran medida con aquellos productos que ya están colocados en el top del ranking de los medicamentos y que los adulteradores nunca van a buscar medicamentos de baja connotación. Manifestó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los medicamentos falsificados representan aproximadamente un 25% del mercado mundial, pero que su incidencia principal está en los países en subdesarrollo.
Mientras que en la República Dominicana se estima que el 10 por ciento de los medicamentos que se comercializan son falsificados. Indicó que la proliferación de los productos falsificados inició con los analgésicos y medicamentos contra la tos y la gripe. Subrayó que hasta los productos para contrarrestar el cáncer y el HIV están cayendo en esa práctica.
Aseguró que en Santo Domingo y Santiago es donde más se comercializan productos falsificados y recomendó a la población adquirir sus medicamentos en farmacias certificadas lo que le garantizará, aunque no en un 100%, que pueden tener un medicamento auténtico.
Mientras que Rafael Mena, presidente de la Asociación Nacional de Clínicas Privadas, consideró que el problema básico está en las personas o laboratorios que importan esos productos ya que como según apuntó, el país no produce medicamentos.
Clínicas responsabilizan a los importadores
Rafael Mena, presidente de la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip), consideró que el problema básico de las medicinas falsas está en las personas o laboratorios que importan esos productos, ya que la República Dominicana no produce medicamentos. De su lado, De Moya recomendó a la población adquirir los medicamentos en farmacias reconocidas.
