Los residentes de Juancho, una empobrecida comunidad de Pedernales, tienen una forma peculiar de ganarse la vida: salir a “pescar” pacas de drogas lanzadas al mar por los narcotraficantes.
En el distrito municipal Juancho, la gente vive de la agricultura. En esta localidad de 3,752 habitantes, algunos siembran yuca, sandía o lechosa. Pero otros, como un joven de unos 30 años que ofreció su testimonio a reporteros de este diario, aseguran que no todos viven de lo que pueda parir la tierra, sino de la droga que el mar les ofrezca.
“A veces, uno se mete a un sitio y haya una suerte y se va”, explica el joven residente en la comunidad de Juancho. Una “suerte” significa en esa localidad encontrarse con una paca de droga en el mar. La gente que se dedica a esta singular forma de “ganarse la vida” habilita incluso casas de campaña próximas a las playas de este lejano poblado sureño.
Esas pacas de drogas aparecen en el mar por dos razones fundamentales. La primera es cuando los narcotraficantes acorralados por la persecución de las autoridades antinarcóticas se ven forzados a lanzar su ilícita mercancía a las aguas, y así aligerar la carga de las lanchas que utilizan para transportarlas.
Pero esas pacas de drogas también son lanzadas al mar desde aeronaves que “bombardean” esos cargamentos en la zona costera de Juancho, aprovechando que se trata de un litoral de poca vigilancia.
Cabe destacar que esta última modalidad de narcotráfico ha sido reducida a su mínima expresión, debido a la labor que en ese sentido realizan los aviones Súper Tucanos administrados por la Fuerza Aérea.
El joven entrevistado por elCaribe reveló que eso que llama un golpe de suerte les ha cambiado la vida a muchas personas, que luego de “pescar” las pacas de droga en alta mar las venden a narcotraficantes que viajan hasta Juancho a comprárselas. Hay quienes se trasladan a la capital a mercader esta costosa mercancía.
“Yo mismo la vendo aquí. Nunca he ido a la capital”, sostuvo el hombre, que luego intentó retractarse de su confesión y dijo que actualmente espera una cosecha de yuca que sembró en un pedazo de tierra de su propiedad. Pero ya era tarde.
Sus palabras revelaron una práctica contra la que el pasado viernes las principales autoridades de lucha contra ese flagelo anunciaron medidas contundentes.
El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Julio César Souffront Velázquez, visitó esa comunidad, acompañado de los comandantes generales de la Armada y del Ejército de República Dominicana, vicealmirante Edwin Dominici Rosario, y el mayor general Rubén Paulino Sem.
Autoridades escucharon a los moradores
El presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Julio César Souffront Velázquez, visitó Juancho, acompañado de los comandantes generales de la Armada y del Ejército, vicealmirante Edwin Dominici Rosario, y el mayor general Rubén Paulino Sem.
El propósito era escuchar de los mismos residentes lo que ya era un secreto a voces, pero que las autoridades pasadas nunca prestaron mayor atención para enfrentarlas enérgicamente, lo que hizo que estas acciones ilegales fueran vistas como algo normal.
