Salarios y justicia en el gobierno

Como van las cosas, el gobierno parece que sorteará con facilidad los conflictos con los profesionales y servidores de la administración que reclaman mejoras salariales.

Como van las cosas, el gobierno parece que sorteará con facilidad los conflictos con los profesionales y servidores de la administración que reclaman mejoras salariales. Con sentido práctico, el ministro de Salud Pública consiguió un acuerdo con los dirigentes del Colegio Médico Dominicano y prontamente, el ministro de Agricultura adelantó que consignará un ajuste para los agrónomos.

Cuando el período escolar estaba llegando a su fin, en marzo pasado, el Ministerio de Educación dispuso unilateralmente alzas en los sueldos de los maestros, que venían presionando en esa dirección, y si bien expresaron insatisfacción por los términos establecidos, no tuvieron más alternativa que aceptarlas.

Han sido iniciativas preventivas que han liberado al país de presiones innecesarias, con acciones bien puntuales. Quedaron atrás aquellas palabras poco oportunas que sugerían que en el Presupuesto del 2014 no se contemplarían partidas para aumentos salariales. 

En los casos que hemos comentado, se trata de servidores del Estado con voz, con organización y calificación profesional que les permiten accionar en reclamo de justos derechos. Pero ¿qué ha de ocurrir con los empleados más desprotegidos, sin ninguna capacidad de presión, como los guardias y los policías y el resto de la empleomanía?

Los policías ni los guardias pueden hacer huelgas o protestas. Tampoco tienen voz. Los empleados simples no han podido alcanzar niveles de organización que les permitan ejercer sus derechos como colectivo laboral, con capacidad de accionar con el propósito de alcanzar mejorías.

Es de justicia que el gobierno considere extender la política comprensiva que ha aplicado en favor de médicos, maestros y agrónomos y con igual temperamento valore modificaciones a los ingresos en esas capas sociales.

Con las satisfacciones a los profesionales al servicio del Estado, el gobierno afirma su exitosa gobernabilidad tranquila. Con una política de inclusión de los más disminuidos contribuiría a estimular la capacidad de consumo y la estima de quienes menos pueden.

Total, se trata de servidores que están en las escalas más bajas del régimen salarial del sector público, donde predominan los salarios mínimos.

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