Protégete de las enfermedades otoñales

Los cambios de estación afectan nuestra salud, sobre todo por los cambios de temperatura y las condiciones climáticas.

Los cambios de estación afectan nuestra salud, sobre todo por los cambios de temperatura y las condiciones climáticas. Una de las causas es que el viento sopla más fuerte y al tirar las hojas de los árboles provoca un aumento del polen en el ambiente, pudiendo ocasionar reacciones alérgicas, sobre todo en asmáticos y enfermos pulmonares.

La neumóloga Magnolia Moquete Cuevas,  del Centro Médico  Moderno, dice que los resfriados, gripes, neumonías y faringitis son algunas de las afecciones más comunes de esta  temporada. También la conjuntivitis y otras afecciones de la mucosa son una causa común de visitas al médico  durante esta estación, en donde las brisas frescas comienzan a sentirse. Según la experta, también se nota un aumento de las enfermedades pulmonares y de bronquios, así como un recrudecimiento en los pacientes que padecen asma. Y es que aunque las alergias se suelen relacionar más con la primavera, lo cierto es que el otoño es una de las estaciones más propicias para este tipo de problema.

Según los especialistas, las enfermedades gastrointestinales también proliferan en otoño. Con la lluvia y el viento los virus, las bacterias y los parásitos se propagan más rápidamente y encuentran en la humedad el aliado perfecto para actuar. La humedad también es la causante de la aparición de diversas patologías en la piel, como puede ser la sequedad excesiva, la dermatitis o incluso los hongos.

A estas patologías los científicos le han sumado la depresión de otoño (conocida también como astenia otoñal).  Según los expertos esto se debe principalmente al cambio de estación y a la reducción en las horas de luz, lo que, unido a un aumento del mal tiempo y de la nubosidad en general, provoca que la persona tienda los primeros días de otoño a sentirse triste o melancólica.

Se pueden prevenir

De acuerdo con Moquete Cuevas las típicas enfermedades otoñales se pueden prevenir  tomando simples medidas que están al alcance de todos. “No se puede olvidar lo que tiene que ver con la higiene; lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón puede evitar muchas infecciones y el traslado de bacterias y por ende el desarrollo del 85 % de las enfermedades   otoñales”, dice.

Se puede considerar junto con el médico de cabecera la conveniencia o no de la vacuna contra la gripe y hay que evitar consumir alimentos muy fríos, y por supuesto tener cuidado con la manipulación de los alimentos y la calidad del agua que se consume para prevenir las enfermedades gastrointestinales.

Otra medida muy conveniente para evitar o reducir la aparición de estos problemas de salud en los cambios de estación es reforzar nuestras defensas. Con una alimentación rica en frutas y verduras, una dieta equilibrada que nos aporte las vitaminas y minerales que necesitamos podremos hacer frente a las enfermedades características del otoño.

Los niños suelen ser los más afectados

Los pediatras aseguran que los meses de septiembre y octubre son los de mayor riesgo de contagio de catarros, resfriados y diarreas para los niños. Primero el comienzo del año escolar es uno de los puntos de inicio del contagio de enfermedades entre los más pequeños, a lo que se le agrega los males propios de la temporada.

Normalmente, el curso de estas enfermedades víricas no requiere un tratamiento especial, aunque sí específico. Si se enferma , lo normal es que se recupere en tres o cuatro días. Todo dependerá de la salud y defensas del pequeño , si existe  un componente atópico o alérgico y de la edad que tenga el infante, ya que cuanto más pequeño sea el niño, más posibilidades tendrá de contagiarse. A partir de los 5 años de edad, las posibilidades van disminuyendo ya que su sistema inmunológico se torna más equilibrado.

En esta época en que los niños están volviendo a tener contacto diario con otros niños, los pediatras aconsejan que los padres extremen la higiene, para evitar el contagio a otras personas que vivan en casa.   Además, es importante no caer en el error común que cometen muchas personas de la automedicación. Ante el menor síntoma de cualquier enfermedad de otoño que el niño presente es conveniente acudir  al especialista  para que éste le realice una exploración inmediata y le  recomiende el tratamiento más adecuado.

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