¿Somos o no un país de vocación minera?

Como nación contamos con una riqueza minera muy importante y hasta existen estudios que afirman que tenemos reservas de petróleo, pero que no han sido asumidas con la seriedad y la intensidad debida para lograr explotaciones exitosas.Desde…

Como nación contamos con una riqueza minera muy importante y hasta existen estudios que afirman que tenemos reservas de petróleo, pero que no han sido asumidas con la seriedad y la intensidad debida para lograr explotaciones exitosas.

Desde hace varios meses es tema de agenda la explotación de la loma de Miranda de parte de la antigua Falconbridge, hoy propiedad de la firma GlencoreXstrata cuyas raíces datan del año 1926 como la empresa Südelektra AG, de Suiza, convirtiéndose como Xstrata en el 1990 y luego como GlencoreXstrata cuando adquiere las facilidades de carbón de dicha empresa.

Hago este resumen para que los lectores tengan la visión de que no estamos frente a una empresa improvisada, sino ante una multinacional de larga experiencia y con presencia en muchos países.

Para algunos eso no revestirá mucha importancia, pero para el futuro del país, el empleo y la inversión extranjera es determinante. Cuando empresas serias deciden invertir en la nación dominicana es un signo de confianza en las autoridades y en nuestro futuro.

No soy ecologista y no puedo caer en el error de los que opinan de todo, muchas veces sin saber de nada, unos muy bien intencionados y otros buscando ventajas personales. Tampoco quisiera ser de los que levantan la mano para luego tener que arrepentirse, hasta llegar al nivel de la incómoda sinceridad de admitir la aprobación de un proyecto que no leyeron.

Nuestro problema principal es que no contamos con una política minera definida, que respetando el medio ambiente permita una explotación de recursos naturales en forma sostenible y con el menor nivel de impacto en el conjunto ecológico.

Quienes hemos podido visitar la mina de Bonao somos testigos del importante remedio ambiental que la empresa ha llevado a cabo durante los años de explotación de las reservas mineras de la zona y, más aun, de su responsabilidad social en múltiples áreas pero especialmente en educación que tanto nos hace falta.

Recientemente, la Cámara de Diputados declaró la loma de Miranda como área protegida y por igual la empresa GlencoreXstrata anunció su retiro de Bonao, un hecho que enfrenta a dos segmentos: los que se oponen a las nuevas explotaciones basados en argumentos ecológicos y los que perderán miles de empleos como resultado del cierre de la mina.

Hay quienes creen que la actitud de la empresa es de chantaje para que le permitan explotar loma Miranda, pero la realidad indica que las cosas no son así. GlencoreXstrata o Falcondo venía perdiendo sumas millonarias y necesita para hacer rentable la mina grandes inversiones, incluyendo la disposición  de energía barata.

De esto soy testigo, ya que para reducir sus elevados costos de energía la empresa AES Dominicana  vendió a la minera parte de la energía que le correspondía a EdeEste y como vicepresidente ejecutivo de la CDEEE y presidente del Consejo de EdeEste nos vimos en la necesidad de demandar a la empresa generadora por haber perjudicado a la distribuidora estatal.

El proceso nos deparó una de las ganancias de causa de mayor importancia histórica para el sector eléctrico, al verse obligada AES Dominicana a compensar a la distribuidora con la suma de 440 millones de dólares, lo cual le ha permitido a EdeEste disfrutar del precio más bajo de compra de energía del país y de muchos otros países de la región.

El Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PUND) realizó un estudio sobre loma Miranda que la empresa minera consideró incompleto. No somos quién para juzgarlo, ni es Falcondo quien debe contratar otro estudio. Es el Estado dominicano que debe buscar empresas expertas que analicen el alcance del referido estudio y si es necesario hacer uno nuevo.

El PNUD no es infalible y para todos, incluyendo a esa misma institución, sería de mucha tranquilidad otra opinión. Pero lo más importante es establecer una política minera, pues no puede ser que la explotación seria esté condicionada a opiniones sin criterio o dejarnos chantajear de terroristas ambientales. Perdemos muchos recursos que podrían emplearse en áreas donde el Gobierno tiene necesidades y que permitirían reducir impuestos para motorizar la economía en momentos de crisis mundial, aliviar pobreza y hacer una clase media más fuerte.

Tenemos el caso de Chile, país que ha obtenido grandes beneficios de la extracción de cobre y a la vez está a la vanguardia sobre la protección del medio ambiente. Es un ejemplo de que minería y ambiente pueden coexistir perfectamente si se adoptan reglas claras y serias.

Pero también, los dominicanos vamos tomando cada día más conciencia de la protección del medio ambiente, participando en importantes campañas de limpieza de playas, agregando aditivos a los plásticos para hacerlos biodegradables, reduciendo las emisiones en nuestras empresas para convertirlas en verde, las escuelas imparten cursos a los alumnos.

En fin, hagamos del país una nación que respete el medio ambiente pero que a la vez aproveche los recursos que Dios y la naturaleza nos han concedido.

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