Este miércoles hará un año del ataque por parte de los talibanes a una niña llamada Malala, quien lanzó su libro “Yo soy Malala”, en el que cuenta su historia.
Según publicó el portal euronews.com, Malala Yousafzai regresaba de la escuela a su casa, cuando recibió un disparo en la cabeza.
En diferentes medios había defendido una educación gratuita y obligatoria para las niñas de su país, Pakistán…, lo que no gustó a los talibanes.
Milagrosamente, se salvó para contarlo, y eso es justo lo que acaba de hacer en este libro, con la ayuda de una periodista británica.
“Ella se ha convertido en un portavoz global para la educación, especialmente la educación de las mujeres en todo el mundo”, comenta una cliente en una librería de Islamabad.
“Hay quien la considera una enviada de Occidente, pero otra parte de la sociedad la considera un símbolo de la educación y de la resistencia contra los extremistas”, dice otro cliente.
Malala despertó de un coma inducido en Birmingham, Inglaterra, donde actualmente vive, y estudia.
La adolescente celebró sus 16 años con un discurso frente a una asamblea de jóvenes en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York, que erizó la piel a muchos:
“Un niño, un maestro, un libro, un lápiz pueden cambiar el mundo”, dijo ante una multitud.
Malala Yusafzai está este año entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz, convertida ya para siempre en un azote para quienes niegan cualquier derecho a las mujeres en Pakistán.
