En respuesta al impacto en la salud y los aproximadamente cinco millones de individuos que fallecen cada año por culpa del tabaco, desde hace unos años se ha introducido a escala mundial un dispositivo conocido como E-Cigarette o cigarrillo electrónico.
Se trata de un sistema desarrollado con fines de suplantar el uso del cigarrillo de tabaco por este curioso instrumento, el cual desde fuera simula perfectamente al cigarrillo convencional.
Se pretende que aquellos atrapados en el vicio del tabaquismo puedan disminuir los efectos nocivos del cigarrillo sustituyéndolo por este pitillo electrónico.
Su funcionamiento es electrónico y actúa vaporizando una variedad de alcohol conocida como poli etilenglicol mezclado con algunos vegetales de glicerina que al exponerse a una batería dentro del dispositivo despide un vapor que imita al menos en sensación al humo del tabaco.
Aun en el epicentro de la discusión sobre el uso o no de esta novedad, algunas publicaciones apuntan que se han reportado avances en la mejoría de la salud de aquellos que han logrado hacer el traspaso desde el cigarrillo de tabaco al electrónico.
Ahora bien, existen aun muchas controversias sobre las bondades o nocividad de este nuevo instrumento, ya que, según algunos expertos, los vapores absorbidos son dañinos para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado que aun no se han publicado trabajos científicos contundentes que pongan en claro la inocuidad de este disfraz de un desagradable y dañino vicio.
