Con 46 años en el ejercicio periodístico, Luis Eduardo-Huchi- Lora Iglesias afirma que su gran logro es haber podido vivir dignamente de este oficio. “Siempre he trabajado mucho, creo que problema tiene el que no trabaja, no me quejaría nunca de trabajar mucho, me he pasado la vida trabajando y para mí eso es una bendición”.
Con una vasta experiencia en diarios, radio, revistas y televisión, Huchi se considera un comunicador. Como persona se siente muy afortunado de haber recibido tantas cosas buenas y trata de hacer lo mismo como ciudadano. “Como profesional trato de cumplir mi deber con la sociedad, hago el esfuerzo, naturalmente, todo el que habla tiene el riesgo de equivocarse y yo hablo mucho porque lo hago todos los días, de modo que me equivoco, pero sí, tengo la satisfacción y la gente lo sabe, de que cuando me equivoco lo hago de buena fe”, afirma Lora.
En nuestra conversación Huchi también hizo referencia a su nueva faceta como guionista, además nos habló de su vida familiar y otros tópicos.
En su nueva faceta como guionista de cine, Huchi espera poder contribuir a llevar a la gente, y sobre todo a la juventud, un mensaje positivo para la convivencia en sociedad. Eso quiere decir mensajes sobre el sentido de la justicia, sobre los derechos que tenemos las personas como seres humanos y sobre todo los menos favorecidos.
1. Mi niñez
De niño pertenecía a una familia pobre en la que no faltaba que comer, ni faltaba que leer, pero había muchas otras carencias. Gracias a Dios, lo más importante estaba cubierto. Tenía sobre todo, el amor y el cariño de mis padres y hermanos, soy el menor de once hijos, fui muy privilegiado porque todo el mundo me quería. Era un niño muy inquieto, pero no le daba tormento a mis padres, me gustaba mucho jugar, pintar, me llamaban mucho la atención los periódicos y las revistas, en mi casa había muchos libros, a papá y a mamá les gustaba leer mucho y por ende yo leía mucho.
2. Mis padres
Yo me siento una persona extremadamente afortunada y vivo dándole gracias a Dios por la suerte que he tenido y la más grande de todas las suertes es haber tenido como padres a esas dos personas, porque me enseñaron lo que es correcto y lo que no lo es, me inculcaron los valores fundamentales para que una persona viva en armonía con los demás y la sociedad, y eso es lo que yo más agradezco. Mi madre, Altagracia Iglesias, era profesora y todos los días después de comida nos reunía y nos dictaba un par de páginas de algún libro y luego las revisaba, por eso en mi casa no existían las faltas ortográficas. Mi padre, Armando Lora, era funcionario público y poeta.
3. Mi primer trabajo
Vine a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, acababa de pasar la guerra. Cuando terminé el primer semestre mis profesores me felicitaron, el decano, que era Andrés Avelino, y el director de la Escuela de Periodismo Freddy Gatón Arce, quien era al mismo tiempo el director del periódico El Nacional, que tenía poco tiempo que había salido a la luz, él me contrató para trabajar en ese medio. Eso es como cuando a un muchacho de pequeñas ligas lo contratan los Yankees. Así era como nosotros los muchachos del periodismo veíamos a ese diario, que acababa de salir con una línea nueva de denunciar las cosas.
4. Grata experiencia
Llegué a El Nacional y cada vez me iban dando más responsabilidades y me quedaba menos tiempo para estudiar, por eso no me gradué, no soy graduado de la carrera de periodismo, cuando vine a ver estaba en la mesa de redacción siendo asistente de Radhamés Gómez Pepín, Francisco Álvarez Castellanos y Juan José Ayuso. Estos son periodistas “1 A” y la verdad que aprendí mucho de ellos. Yo considero que más que periodista soy comunicador, aprovecho toda la forma posible de hacer comunicación. Por eso, cuando escribía en el periódico lo hacía con una caricatura que yo mismo ilustraba, esa es otra forma de comunicar. Cuando comencé a hacer los comentarios en la televisión, los resumía al final con décimas, esto es otro ganchito para hacer que la gente escuche mis argumentos, le pongo algo de humor para que sean más atractivos, hago radio, documentales y ahora estoy en la faceta de hacer películas.
5. Mis canciones
La idea de escribir canciones a quien se le ocurrió fue a Johnny Ventura. Él veía que yo terminaba mis comentarios con una décima y un día se me apareció en mi casa y me dijo que esas décimas que yo hacía, él las quería convertir en canciones, que le escribiera cosas originales que iba a grabar un disco. Yo comencé a escribir y a él le fueron gustando y comenzó a grabar, entre los más conocidos está “El olor de la lluvia”. Yo llegué a escribirle todas las canciones de algunos álbumes que él sacó. Cuando él cumplió su 35 aniversario en la música hizo un álbum que cada canción era con un artista invitado, y yo se las escribí todas, entre los artistas estaban: Armando Manzanero, Daniela Romo, Andy Montañez, Celia Cruz, Víctor Víctor, Sergio Vargas. También han grabado composiciones mías Wilfrido Vargas y Aníbal Bravo y merengueros típicos como el Cieguito de Nagua y la India Canela, entre otros. A mí me encanta el merengue y lo cultivo por dos razones, porque me gusta mucho y porque considero que el merengue es el rasgo del carácter más importante del dominicano que queda vivo, aunque están haciendo todo lo posible por desbaratarlo y suapean el piso con él, entonces yo me siento comprometido con el merengue.
6. Mi gran amor
Mi esposa Bety Echavarría, tenemos 34 años de casados, es psicóloga, es una persona extraordinaria y honesta. Cada vez que me encuentro en un problema por decir lo que entiendo que se debe decir me da todo su apoyo, es completamente solidaria. Haber tenido la oportunidad de compartir mi vida con Bety es otra de mis grandes fortunas. Tenemos cuatro hijos, a quienes adoro y trato de enseñarles los valores que mis padres me inculcaron. Hasta ahora lo que me han dado han sido satisfacciones, no me han dado problemas ninguno de ellos.
7. Grandes pérdidas
La pérdida de mi madre, mi padre y algunos hermanos. Mi padre murió cuando yo tenía 20 y tantos años. Lo llevé a la clínica y a mí fue que el médico me dijo que estaba muerto. Falleció de un infarto. De mi madre, ese episodio se estaba esperando y aunque ese es un ciclo natural de la vida y sabemos que para allá vamos todos, ese momento fue extremadamente difícil. Después la muerte de mis hermanas Piky, Cristina y Rosa Cruz; mis hermanos Julio, Ángel y Armandito.
8. Pasatiempos
Tengo muchos. Me gusta leer, dibujar, escribir, sembrar y me gusta caminar en lomas. Me voy todos los fines de semana para una finca que tengo, esa propiedad me ha extendido mi tiempo de vida, porque cuando estoy allá la noticia es qué mata floreció, cuál dio frutos, esas son las noticias más agradables, me desconecto totalmente. Otro hobbie que me gusta muchísimo, y por falta de tiempo no lo estoy cultivando, es la ebanistería, este oficio lo aprendí después de viejo. Para mí este oficio es maravillo, coger un montón de madera y luego hacer un hermoso mueble es algo impresionante.
9. Creo en Dios
Pero no creo mucho en los que dicen ser sus intermediarios. Porque éstos son seres humanos y por tradición uno se acostumbró a verlos como enviados de Dios, pero son seres humanos con virtudes y defectos, y cuando los defectos resultan ser demasiado grandes entonces uno se siente decepcionado, es por eso, que prefiero seguir creyendo en Dios. Yo no quisiera que esto le caiga mal a una persona que visite la iglesia, yo no me opongo a que lo haga, a mí me parece bien; primero, lo que no me gusta es repetir una oración que la escribió otra persona, yo oro por mi cuenta y lo hago directo sin intermediarios y sin que haya testigos.
10. Amigos
La vida me ha dado muy buenos amigos, siempre trato de ser consecuente con ellos porque ellos lo han sido conmigo desde la infancia hasta el día de hoy, conservo muy buenos amigos. Valoro muchísimo la amistad, para mí eso es muy importante, entiendo que el que está rodeado y se relaciona solo esa atmósfera le da excelente calidad de vida.
Esta es la que más me ha marcado
Una gran lección fue cuando se produjo el asalto al Banco del Progreso, que se convirtió en secuestro y terminó en tragedia. Yo accedí por mi trabajo como periodista y me sentí muy impresionado al ver lo aterrorizada que estaban las rehenes del asaltante, y pensando que se trataba de un delincuente común, sin imaginarme que se trataba de un profesional de la Medicina, lo subestimé, y yo me sobrestimé. Yo me involucré en ese episodio teniendo la seguridad de que lo iba a convencer que depusiera su actitud y que se entregara. ´Yo me dije a mí mismo, es un asaltante, un delincuente común, y lo voy a convencer de que se entregue, y así, se preserva la vida de él, y sobre todo la vida de sus rehenes´.
Lamentablemente los hechos me hicieron ver que yo estaba completamente equivocado, tan imposible se me hizo convencerlo, que lo primero que hizo fue impedirme que hablara bajo amenazas de muerte; entonces ahí fracasó esa gestión y fracaso aún más porque entré al lugar con el propósito de ayudar de que no hubiera víctimas. Hubo dos, una empleada valiosísima y el mismo asaltante, además de dos personas heridas y un grupo de empleadas aterrorizadas, que quedaron traumatizadas algunas de ellas. La lección es no tratar de involucrarse más de la cuenta en los hechos.
Tema
Valoro en el ser humano la disposición al trabajo y la disposición a luchar cuanto sea necesario. No creo que una persona deba luchar sin motivos”.
Orgulloso
Me siento ser una persona afortunada y vivo dándole gracias a Dios por la suerte que he tenido de tener los padres que tuve.
