Registro de nombres comerciales y marcas se dispara este año

Las políticas orientadas desde el sector público para apoyar el crecimiento de las pequeñas y las medianas empresas (pymes), especialmente las que favorecen la contratación de bienes y servicios, y las iniciativas desde el lado privado han creado&#823

Las políticas orientadas desde el sector público para apoyar el crecimiento de las pequeñas y las medianas empresas (pymes), especialmente las que favorecen la contratación de bienes y servicios, y las iniciativas desde el lado privado han creado un impacto positivo en el tema de la formalización.

Ese proceso se ha reflejado desde el año pasado y se ha acentuado en los meses transcurridos de 2013, de acuerdo a reportes oficiales. Normalmente la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (Onapi) registra un crecimiento anual del 10% en materia de registros de nombres comerciales y de marcas (donde más se refleja la formalización de las empresas). Sin embargo, entre enero-agosto de 2013 el incremento se situó en el 14.27 por ciento, respecto a los mismos meses del pasado año.

En los primeros nueve meses del año 2012 se realizaron 14,391 solicitudes de nombres comerciales, mientras, entre enero-agosto de 2013 las solicitudes se dispararon, hasta alcanzar las 16,786. Razones hay de sobra para que sea ese el comportamiento, asegura el director  general de la Onapi, Juan José Báez. Cuando se realiza el registro comercial no se trata de una marca, pero sí puede tratarse de una empresa o una microempresa que de alguna forma está en el mercado, pero no tenía ese requisito.

En el caso de las marcas, de enero a agosto de 2012 se hicieron unas 5,922 solicitudes. “Si bien es cierto que el número logrado en lo que va de 2013 no es tan significativo, estamos hablando de un crecimiento de 1.03 por ciento, cuando comparamos los períodos enero-agosto de 2012 y 2013”, apuntó Báez.
Según su experiencia, en el segmento de los nombres comerciales es donde tradicionalmente se produce un mayor incremento. Con relación a las marcas nacionales el comportamiento ha sido también positivo si se considera que se han ido equiparando con las internacionales. Es decir, que la relación actual es de 50-50 entre marcas nacionales y extranjeras.

Es un proceso que ha evolucionado con el tiempo, lo que indica que actualmente hay más empresas haciendo registros de marcas nacionales. “Diez años atrás la relación porcentual era quizás de 80% frente a 20%”, rememora el director de la Onapi. A lo que se refiere es a que el 80% de las marcas eran foráneas y el 20% de República Dominicana.

Este año hay la posibilidad de que las marcas nacionales puedan irse ligeramente arriba. Eso indica que hay un mayor nivel de actividad económica y que cada día hay más empresas nacionales que están registrando productos.

Cuando se registra una marca, se entiende que en algún momento comenzará a comercializarse un producto, que puede ser extranjero o nacional. En el caso de los nombres es más complicado. Ahí es más difícil determinar, porque hay gente que registra un nombre y puede ser que ese nombre esté en el mercado y que lo que se busque finalmente sea la formalización, como ocurre con muchas microempresas. Es algo así como que “ya estoy en el mercado con un nombre y tengo un posicionamiento, por tanto, lo que me falta es registrarme. Otros lo hacen partiendo de una perspectiva de futuro, es decir, previendo que luego crearán un negocio de la naturaleza que sea, y como tienen un nombre atractivo lo aseguran, antes que otra persona salga con el mismo nombre y haga su registro.

Visión de mercado

También se da el caso de muchos gestores, como abogados y personas particulares que hacen un registro conociendo que el nombre en el futuro pudiera venderse mercadológicamente y tener algún tipo de atractivo en términos de comercio. Pero muchas veces eso se utilizó para constituir compañías de  carpeta, entonces lo vendían con el proceso completo. La avalancha de los nombres comerciales, según la Onapi, tiene que ver mucho con la política que ha venido implementado el Gobierno de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, envolviendo programas de diversa naturaleza, no solo con el tema del financiamiento, sino acompañado del tema de la formalización, certificación de calidad y la parte sobre una efectiva administración de una pequeña empresa.

En ese apoyo coinciden varias instituciones públicas. En el caso de la Onapi el trabajo ha ido más allá de los registros, indica Juan José Báez.

“Tenemos unas iniciativas, impulsadas, coordinadas con el Ministerio de Industria y Comercio, a través del Viceministerio de Pyme, y con el Consejo Nacional de Competitividad y los artesanos por vía el Ministerio de Cultura”, indica el funcionario.

De las actividades económicas, la parte de comercio es la que presenta la mayor cantidad de solicitudes de registros. “Aquí siempre el tema de los nombres  comerciales está asociado a pequeños negocios de servicios, relacionados con la comercialización de productos, comestibles. En el caso de las marcas, la mayor demanda casi siempre está relacionada con el área farmacéutica”, plantea el funcionario de la Onapi.

PNUD se involucra en siete provincias de RD

Uno de los requisitos que tienen las empresas para poder acceder a las compras gubernamentales es que estén formalizadas y cumplan otros requisitos. El registro de esas pymes es probablemente el paso más importante. La Onapi y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desarrollan una serie de trabajos en siete de las provincias más empobrecidas del país. Ambas instituciones bucan   llevar una visión diferente sobre el tema de los registros y la importancia de la formalización. Como parte de las acciones, se les explica a las personas que si se logra mejor posicionamiento a nivel nacional, las posibilidades de colocación en el mercado internacional son mayores. “Ahí es cuando uno ve el impacto que tienen programas de esta naturaleza”, dice Báez.

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