Texas le enseñó la puerta del adiós a Manny Ramírez ayer, una señal nada alentadora para el veterano de 41 años que esperaba retornar a las Grandes Ligas.El conjunto le dio su libertad condicional, algo que muchas veces pide el pelotero, pero es una decisión que se nutre del hecho de que no hay cupo en el equipo grande para el protagonista del despido, en este caso Ramírez.
Puede ser que Manny no estaba dispuesto a esperar la expansión del roster en septiembre (cuando se permite llegar desde 25 hasta los 40 componentes del club) o que tampoco le aseguraron que lo promoverían para el mes entrante.
El reporte de los escuchas de Texas sobre el miembro del club de los 500 cuadrangulares es devastador: la velocidad en el bate ha declinado bastante.
Eso quiere decir que las cuatro décadas de existencia se sienten como nunca, ya que los reflejos se han disminuido así como el poder. Cuando usted quiera darse cuenta que un pelotero ha perdido facultades solo vea cómo le va con la bola rápida.
Si no saca el bate como antes, por ahí viene el declive. No pega jonrones ni extrabases con la frecuencia acostumbrada.
Ser dejado en libertad a estas alturas es prácticamente decirle adiós a 2013, aunque lo último que se pierde es la fe, donde Ramírez ha encontrado cobijo en los últimos años tras declararse cristiano.
Pienso que los grandes deben retirarse a tiempo. Irse por lo alto. Nunca permitir que los años humillen y que el sistema te cobre las que hiciste cuando eras un estelar.
Veamos si Manny sigue.
En el invierno
José “Kiko” Duarte no solo es el primer mortal que le gana un round a la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom), sino que también es el primero en mucho tiempo que pone a la entidad a preparar una ofensiva capaz de responder el ataque recibido.
Ayer la liga decidió cambiar para el 12 de septiembre el sorteo de novatos que estaba pautado para la semana entrante. La batalla legal continuará por un rato y mientras tanto los Gigantes no pueden hacer nada.
