“Me apenaba que mi obra fuera tan poco conocida”

Apesar de que hemos sido cómplices de la presentación del libro-catálogo y exposición “Eridania Mir: la esencia de una creadora”, entrevistamos a la artista que es, sin duda, una de las principales figuras del arte dominicano de mediados del&#8230

Apesar de que hemos sido cómplices de la presentación del libro-catálogo y exposición “Eridania Mir: la esencia de una creadora”, entrevistamos a la artista que es, sin duda, una de las principales figuras del arte dominicano de mediados del siglo XX, pues resulta interesante saber, por ella misma, algunos detalles de su vida en este campo y los motivos que la condujeron finalmente a la presentación de su segunda y más importante muestra individual, conjuntamente con la edición de un material sobre su devenir artístico.

¿Cómo te inicias en el arte?
Mi memoria se remonta a mi infancia, cuando a los 10 años dibujaba mariquitas para recortar y vestir, copiaba dibujos que me gustaban y entrando en estudios de ciencias naturales, a nivel de tercer curso de primaria, me distinguía en la escuela por mis dibujos de plantas, animales o partes del cuerpo humano, muchas veces ayudaba a compañeras y terminando el bachillerato me inscribí en Bellas Artes. Me gradué en 1950.

¿A qué se debe que de la pintura hayas pasado a la gráfica?
Hasta la muerte de Trujillo, tanto mis hermanas como yo, teníamos dificultad para encontrar trabajo. Comerciantes  muy osados, nos concedían trabajo muy discretamente que duraban poco tiempo. Después del ajusticiamiento, pude entrar al departamento de Publicaciones de la Universidad de Santo Domingo.
Recuerdo las palabras del rector de entonces, Julio César Castaños Espaillat, quien me dijo: Usted va a trabajar aquí, ya se acabó esa etapa, (después me enteré que él también tenía problemas políticos, pues el régimen le había matado a un hermano). Este departamento era donde se mimeografiaban los exámenes de los alumnos, y los folletos para las clases que preparaban algunos profesores. Se imprimían, además, trabajos en una pequeña prensa. Comencé a interesarme por las artes gráficas, ya que tenía mis estudios en Bellas Artes, así que me resultó fácil integrarme a este trabajo. Rápidamente, pasé de dibujante a encargada de Publicaciones. Desde ese cargo, pude ampliar el taller con nuevos equipos y maquinarias hasta convertirlo en la Editora Universitaria, de la cual llegué a ser directora, dejando un extenso catálogo de publicaciones de libros, revistas, folletos y afiches. En los últimos años que dirigí esa Editora, participábamos en la Feria del Libro, hasta con 28 nuevos títulos.

Siendo una de las principales figuras del arte dominicano de la generación de 1950, ¿cómo es que dejara en el tiempo la posibilidad de exponer sus trabajos, exponiendo de forma individual por primera vez en 1987 y participando en no muchas exposiciones colectivas hasta el momento?  
Percibía un recelo en ese mundo de la plástica. Aunque me sentía bien valorada y apreciada, igualmente me sentía desamparada, desprotegida y confundida en plena adolescencia entre un miedo angustioso. Comprendí que nadie podía reconocer la calidad de mi trabajo sin ser marcado políticamente, de manera que del 1950 al 61, cuando desaparece Trujillo, son once años que no pude luchar con ese problema, y dirigí mi quehacer a un ámbito donde me alejaba de la publicidad que implica el arte, el magisterio. Observa que en mis trabajos del 1965 hasta 1975 las figuras aparecen sin boca, y es a partir de entonces que empiezo a delinear los labios. Pienso, que inconscientemente reflejaba esa conducta que  familiarmente nos imponían, de no hablar.

En sus obras casi siempre el tema es la mujer, representada de forma muy particular: ojos apenas delineados, cuellos alargados, ese es un sello o marca propio de su trabajo?
Pienso que puede haber influido, haberme criado entre mujeres, éramos 10 hermanos, dos varones y ocho hembras. Los hombres tuvieron que emigrar y sólo mujeres poblaban mi mundo. Además, mis estudios primarios y secundarios transcurrieron en escuelas para niñas y el bachillerato, en la escuela de señoritas Salomé Ureña de Henríquez, de manera que solo a nivel universitario y en Bellas Artes compartí con un alumnado mixto. La figura femenina se convirtió en un medio de expresión pictórico, que de hecho considero muy apropiado para expresar los sentimientos y estados anímicos.

¿Cómo hace para mantener un trazo tan firme y ágil?
La naturaleza me ha dado ese privilegio, de que a mi edad mis trazos son firmes y precisos sin mayor esfuerzo.

¿Existe un motivo que la condujera a la presentación de esta exposición?
En el fondo, me apenaba que mi obra fuera tan poco conocida a pesar de estar citada por intelectuales de la talla de Carlos Curiel, Danilo de los Santos, Jeannette Miller, entre otros. De manera que me entusiasmó la idea de una joven crítica de arte de realizar este libro, junto a una pequeña muestra y el resultado me ha llenado de gran satisfacción, porque ciertamente ha valido la pena.

Paciencia
Percibí un recelo en el mundo de la plástica, por eso retardé las exposiciones de mis obras”.

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