La embajada de EE.UU., que tras el agravamiento de la crisis política en Egipto ha sufrido a menudo ataques por parte de los manifestantes, no estaba en funcionamiento el miércoles cuando a las calles volvieron a salir miles de activistas de la oposición exigiendo la renuncia de Morsi.
En una declaración oficial ante el pueblo egipcio el jefe de las Fuerzas Armadas egipcias, Abdel Fattah al-Sisi, anunció que derrocan al presidente Morsi y suspenden temporalmente la Constitución.
Al conocer la noticia miles de egipcios salieron a las calles para celebrarlo. En diferentes partes de El Cairo se registraron enfrentamientos entre la Policía y simpatizantes de los islamistas que se cobraron la vida de, al menos, cinco personas.