CARACAS, Venezuela— El ex candidato presidencial Henrique Capriles consideró el miércoles desfavorable la elección de una nueva directiva del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, donde cursa una solicitud de nulidad de todo el proceso de los comicios presidenciales del 14 de abril en los que el oficialista Nicolás Maduro obtuvo la victoria.
Por el contrario, Capriles manifestó que, en las próximas horas, el bloque opositor podría decidir si recusa a otros magistrados que son considerados aliados del gobierno.
«Para mí los magistrados que están en el Tribunal Supremo de Justicia son los mismos, no hace diferencia que haya cambios en la directiva y por eso, paralelo a la impugnación del proceso, introdujimos una recusación a la (anterior) directiva de la Sala Electoral… por su vinculación con el partido de gobierno», dijo Capriles a la prensa.
«Es posible que hagamos una nueva recusación porque tenemos información que otro magistrado de la Sala Electoral es compadre del ministro de Interior, (Miguel) Rodríguez Torres», comentó.
Capriles ha dicho que decidió recurrir a la vía legal de la impugnación «para agotar las instancias correspondientes en nuestro país», pero manifiesta que no le quedan dudas que el caso va a «terminar en la comunidad internacional».
El miércoles fue electa la magistrada Gladys Gutiérrez como presidenta del Tribunal. Fue designada magistrada en el 2010 por la Asamblea Nacional, dominada entonces abrumadoramente por la alianza oficialista.
El magistrado Fernando Vegas Torrealba ocupará la primera vicepresidencia del Tribunal y la presidencia de la Sala Electoral.
Horas más tarde, Capriles acotó a través de su cuenta de la red social de Twitter que «el nuevo Pdte de la Sala Electoral del TSJ Mag.Vegas resulta ser compadre del Min.Rodriguez Torres!Uds creen que será imparcial»
«Debería el Mag.Vegas inhibirse de conocer los recursos presentados o tendrá también que ser recusado,el país quiere justicia!», escribió en otro tuit.
Maduro logró la victoria en las elecciones presidenciales del 14 de abril con 7,5 millones de votos, superando por un estrecho margen de 224.739 sufragios a Capriles. La ajustada diferencia generó cuestionamientos de la oposición, que se ha negado hasta ahora a reconocer la victoria del oficialista alegando que en el proceso electoral se cometieron irregularidades.
Capriles impugnó la semana pasada todo el proceso electoral ante el Tribunal Supremo por supuestos «vicios» en el proceso y exigió la repetición de la consulta.
El líder opositor en un principio exigió a las autoridades electorales una auditoría de todo el proceso que incluyera las boletas, las actas y los cuadernos de votación. Ante la decisión que tomó la directiva del Consejo Nacional Electoral de no incluir en el proceso de revisión los cuadernos de votación, la oposición decidió no participar en la auditoría y recurrir a la vía legal de la impugnación.
Como parte de las acciones judiciales, el comando opositor también recusó la semana pasada a la entonces presidenta de la Sala Electoral del máximo tribunal, Jhannett María Madriz y a su vicepresidente Malaquías Gil, tras señalar que ambos habían «emitido juicio y por su dependencia ya comprobada con el partido de gobierno y su vinculación estrecha con el señor Nicolás Maduro», expresó Ramón José Medina, miembro del comando opositor.
La oposición pidió que el máximo tribunal designe una «sala accidental electoral» para que conozca la acción judicial.
«Ojalá los magistrados se den cuenta que en sus manos está la solución a esta crisis política que se vive en el país», dijo Capriles el miércoles.
Tras las elecciones presidenciales se registraron protestas callejeras en Caracas y otras ciudades del interior del país. El gobierno y las autoridades judiciales sostienen que durante esos días fallecieron nueve personas y 78 resultaron heridas.
