EEUU: Condenada por matar a novio desea la muerte

PHOENIX — Una mujer de padre mexicano fue hallada culpable el miércoles de homicidio premeditado, y dijo en una entrevista, después de que se emitió el veredicto, que prefiere que le apliquen la pena de muerte en vez de cadena perpetua.

PHOENIX — Una mujer de padre mexicano fue hallada culpable el miércoles de homicidio premeditado, y dijo en una entrevista, después de que se emitió el veredicto, que prefiere que le apliquen la pena de muerte en vez de cadena perpetua.

En una entrevista con un canal de televisión en el tribunal, poco después de que se le declaró culpable, Jodi Arias dijo entre lágrimas que se sentía sorprendida del veredicto de homicidio en primer grado porque ella considera que no había cometido ese delito.

La mujer de 32 años dijo en la entrevista con un canal de Fox (http://bit.ly/15qG7aP) que «preferiría morir pronto» y que «la muerte es la última liberación».

Arias había dicho previamente que había pensado en suicidarse después de matar a su novio Travis Alexander. Las autoridades la tienen bajo observación a fin de evitar que se mate.

Durante el juicio de cuatro meses por el asesinato de quien fuera su novio en Arizona, emergieron los escabrosos detalles del asesinato, un caso que incluyó sexo, mentiras, religión y una escabrosa relación que terminó en un baño de sangre.

Una multitud de espectadores se congregó frente al tribunal para conocer el resultado del veredicto, mientras unidades móviles de las cadenas de televisión y periodistas se aglomeraban en las calles adyacentes. Familiares y amigo de Alexander llevaban cintas azules y pulseras que decían: «Justicia para Travis».

Arias fue hallada culpable por el homicidio premeditado de su novio en junio del 2008 en la casa de éste en un suburbio de Phoenix. Las autoridades afirman que la mujer planeó el ataque en un arranque de celos después que el hombre la rechazó por estar interesado en otras mujeres.

Inicialmente, Arias negó haber cometido el asesinato y poco después señaló que intrusos enmascarados fueron los autores. Dos años después de su arresto, admitió que lo había hecho en defensa propia.

Alexander fue acuchillado 30 veces, baleado en la frente y degollado antes de que Arias arrastrara su cadáver hasta la ducha. Fue hallado por sus amigos cinco días después.

El fiscal Juan Martínez dijo que Alexander «no murió tranquilamente». Luchó por su vida mientras Arias lo atacaba, pero poco después perdió fuerzas para defenderse.

El jurado deliberó por dos días esta semana antes de llegar al veredicto el miércoles. Los miembros del jurado regresarán al tribunal el jueves a fin de continuar con la siguiente fase del juicio que podría dar como resultado la pena de muerte.

Arias rindió testimonio durante 18 días describiendo su vida, con una niñez en la que fue sometida a abusos, una juventud en la que abundaron los novios infieles, trabajos de poca ralea, relaciones sexuales traumatizantes con Alexander y su afirmación de que el hombre la llegó a agredir físicamente.

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