Preservando los bienes culturales

Es bueno saber que ese documento, mural o pintura  que cobija tan gratos y bellos recuerdos no desaparecerá por el pasar de los años sino, que gracias a un proceso de  reestructuración y conservación al que puede ser sometido, se mantendrá en&#8230

Es bueno saber que ese documento, mural o pintura  que cobija tan gratos y bellos recuerdos no desaparecerá por el pasar de los años sino, que gracias a un proceso de  reestructuración y conservación al que puede ser sometido, se mantendrá en buen estado por mucho tiempo. El Centro Nacional de Conservación de Obras de Arte y Documentos (Cenacod), creado hace 38 años, surge con la finalidad de curar, conservar y revertir el deterioro estético y material de los bienes literarios patrimoniales.

El Centro Nacional de Conservación de Obras de Arte y Documentos (Cenacod) “es la única institución del país que dispone de laboratorios especializados y un equipo interdisciplinario de profesionales de la conservación preventiva y curativa de todo tipo de material bibliográfico, pinturas, murales, grabados y esculturas.

Tiene capacidad de poner en práctica, de forma sostenida, un conjunto de directrices, medidas y procedimientos con la finalidad de evaluar los riesgos y llevar a su mínima expresión las causas que ocasionan el deterioro progresivo de los bienes culturales.

Nereida Lahit-Bignott, directora del Cenacod, explicó que ofrecen servicios y asistencia técnica a instituciones gubernamentales, privadas y a personas particulares, que requieran restaurar y conservar el buen estado de un documento u otro material que, por el paso del tiempo y las condiciones poco favorables, se encuentran en estado de deterioro.

Sus productos están orientado a  la restauración tanto en  físico como en digital, a las áreas de salud ambiental, asesorías de reparación y talleres  como formación técnica. Esta es la única entidad del país que realiza este tipo de actividad, el cual sirve de soporte a las  empresas que desean conservar en buen estado algunos escritos, no solo en soporte papel, sino también en madera y cerámica. Además de pinturas, murales, gravados y esculturas. El Cenacod  está ubicado en el edificio del Archivo General de la Nación, con horario de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. En sus inicios fungía  como el Centro Taller Regional de Restauración y Microfilmación de Documentos para el Caribe y Centroamérica, que para ese entonces fue creado mediante un acuerdo entre el Gobierno dominicano y la Organización de Estados Americanos (OEA).

En el 2000, mediante el decreto 238-00 deja de ser el Centro Taller Regional de Restauración y Microfilmación de Documentos para el Caribe y Centroamérica (Centromica)  y pasar a llamarse el Cenacod. Su variación se debió a un cambio de filosofía, un mayor énfasis en la conservación, dejar de pertenecer a la Organización de Estados Americanos (OEA) para formar parte del Ministerio de Cultura.

Cuidar el patrimonio literario

El 14 de marzo de 1975 se fundó lo que hoy se conoce como el Centro Nacional de Conservación de Obras de Arte y Documentos, para conservar el patrimonio mueble de esta región caribeña como son: cerámicas, libros, pinturas en todas sus técnicas y soportes, esculturas, etc.

La restauración, tal y como cuenta Nereida Lahit-Bignott, es un proceso donde intervienen la biología, la física, y la química aplicada a la conservación y la restauración, disciplinas del saber humano. “Los procesos de restauración se ejecutan con el objetivo de detener el deterioro ya evidente al salvaguardar el patrimonio artístico e histórico de expresiones que pueden ser documentos gráficos como libros, diplomas, certificados u obras de artes”.

De manera detallada  Lahit-Bignott, explicó el proceso que se sigue para dar un acabado lo más perfecto posible al material dañado y obtener el mejor de los resultados.  Lo primero que hacen es el inventario, luego catalogan el material para saber la condición en que se encuentra, después lo ubican en un lugar adecuado para su conservación, más adelante se realiza una inspección o diagnóstico y le prosigue un estudio microbiológico. Posteriormente se procede a curar, y por último dejan una serie de pautas para que si se sigue a cabalidad la pieza restaurada se preserve y perdure toda la vida.  Si la empresa o persona requiere sus servicios y desea que los técnicos se movilicen hacia su ubicación, también lo hacen. Su equipo lo integran arquitectos, biólogos, ingenieros químicos, historiadores (casi siempre de arte), administradores de empresas, entre otros.

Con voz dulce y cálida, la directora enfatizó que no se puede cuidar del patrimonio cultural, si no se da a conocer su importancia, y que uno de sus objetivos es defender tanto  la identidad como la herencia cultural del país.
En ese mismo orden, la arquitecta Ingrid González, manifestó el interés que tiene el Cenacod en forjar sucesores y estimular a otras personas para que puedan ocupar plazas en ese ámbito, ya que en las universidades del país no se imparte esa carrera, por lo que realizan cursos de manera sistemática a empresas que son afines con los bienes patrimoniales y a individuos, dentro de su local, con una duración de uno o dos años, dependiendo de la especialidad.

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