Amour

Hay que estar por dentro para sufrir lo que es la industria del cine. La gente ve mucho glamour, fama, dinero, todo lo que se supone hace feliz a un artista. Sin embargo, se sabe que lo que ciertamente trasciende es la obra de arte única e irrepetible,&#

Hay que estar por dentro para sufrir lo que es la industria del cine. La gente ve mucho glamour, fama, dinero, todo lo que se supone hace feliz a un artista. Sin embargo, se sabe que lo que ciertamente trasciende es la obra de arte única e irrepetible, se sabe que el mainstream es transitorio. Michael Haneke es el guionista y director del filme Amour, ganador del Oscar a la Mejor película de habla no inglesa de 2012, entre otros 78 premios y nominaciones.

Su fama como maestro en la exposición de la violencia ya es legendaria y es lógico que muchas celebridades quieran asociarse a él. Haneke, sin embargo, no se deja seducir por fama y fortuna, pues como bien dice, él elige y tiene la última palabra de su obra. Cinematografía que es un bisturí analítico de la sociedad occidental. Hoy trasciende como héroe cultural por su carácter noble al servicio de un cine de impacto cultural que no transige con el mercantilismo de la cultura, que transciende al interés propio y normal de la industria del cine, y nos dice que debemos mantener la resistencia y procurar nuestros propios caminos expresivos. Conducta similar a la de Orson Welles, Marlon Brando, Sam Peckinpah, entre otros, majados y condenados de por vida. Así como este filme, es el cine hanekeano. Frío, analítico, sin emoción. Sobrio en su puesta en escena. No se somete a cualquier tipo de acoplamiento con el espectador. Es unidireccional, se dirige a su objetivo sin ambigüedades  o simbolismos.

Presenta a sus personajes en su extrema simplicidad cotidiana para exponer sus mayores miserias. En el caso de Amour, su narrativa es inequívoca y se monta en la ironía dramática (el público sabe lo que ocurrirá con determinado personaje, pero el personaje no conoce ese destino letal).  El enfoque de su cámara casi nunca nos da el contracampo. Vemos las migajas del pan caer desde la mesa, pero no vemos el pan, para decirlo gráficamente. Usa la elipse para mostrar los cambios de la historia y/o de los personajes, y en cada cambio sentimos el terror de lo que viene. Aunque quizás sería más apropiado decir que los personajes, sus cambios para peor, hacen las elipsis.

HHH HH Dirección y Guión:: Michael Haneke. Elenco: : Isabelle Huppert, Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva

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