Cuando se constituyó como una organización dirigida por su líder Juan Bosch, el Partido de la Liberación Dominicana fue creando una especie de Escuela de Política creíble en República Dominicana y América.
El 15 de diciembre de 1973 celebra el PLD en Fiesta de Luxe el Congreso Constitutivo Juan Pablo Duarte. En mayo de 1974 la conferencia de cuadros militantes y dirigentes Salvador Allende discute y aprueba sus métodos de trabajo.
El Partido de la Liberación Dominicana, PLD, entonces iniciaba su proceso de crecimiento gradual, sostenido, consistente.
Visionario, experimentado político, gigante humanista e intelectual, el profesor Bosch supervisa desde la Presidencia del partido y a través de su Comité Político las tareas de los Organismos, comités de base, círculos de estudio, y a los simpatizantes se les organiza en comités patrióticos y populares.
Esfuerzos concentrados, difusión del periódico Vanguardia del Pueblo, que ya en 1977 es semanario esperado y apetecido por 50,000 lectores (hoy serían 150,000 a los que no llegan los regalados diarios), que pagan una cotización por recibir el vocero peledeísta impreso y de esa manera contribuyen a cubrir los gastos del PLD y sus activistas profesionales.
En mayo de 1977 el Congreso Elector escoge a Bosch y al Dr. Rafael Alburquerque como candidatos para la Presidencia y la Viceprecidencia de la República para las elecciones del 16 de mayo de 1978. “No vamos a ganar, vamos a dar a conocer el partido y sus símbolos”, más o menos era la consigna y la táctica.
Si todos mentalmente fuimos a las elecciones de 1978 sabiendo que no íbamos a ganarlas, es verdad también que hubo quienes no comprendieron el proceso abandonando a Bosch y al partido. Fue la primera gran crisis del PLD.
“Tú sabes lo que es eso, dejarme solo, cuando llego casi a setenta años”, me dijo el Profesor con lágrimas en los ojos un día de septiembre de 1978, refiriéndose a algunos compañeros que gozaban de su estima y renunciaron. Entre otros, el secretario general Antonio Abreu, y los doctores Euclides Gutiérrez Félix y Franklyn Almeyda, quienes en momentos distintos después retornaron al Partido.
-No se preocupe, Don Juan -le dije aquel día al líder- iremos adelante. Ya el partido tiene una base esencial de organismos desarrollada que le abre su camino futuro.
Entre esos organismos estaba el Comité Intermedio Pedro Albizu Campos, a uno de cuyos comités de base yo pertenecía, y su secretario general era Gustavo Montalvo. Hablamos del actual ministro de la Presidencia.
Superada la crisis de 1978, esta nueva organización del país y de América creó nuevos organismos. Atrajo simpatizantes por miles. En 1982 obtuvo por primera vez cinco diputados y un síndico. Y siguió creciendo.
