Bajémosle algo al ajuste

Reducir  el déficit significativamente era la demanda predominante desde que el presidente Medina se juramentó el pasado 16 de agosto.

Reducir  el déficit significativamente era la demanda predominante desde que el presidente Medina se juramentó el pasado 16 de agosto. Algunos planteaban que el ajuste fiscal debía concentrarse en una reducción considerable del gasto público.  Otros planteábamos que el gasto público debía reducirse, pero no en la magnitud que algunos sectores estaban señalando, pues había que tener en consideración el hecho de que el Gobierno se había comprometido a elevar la inversión en educación de 2.5% a 4% del PIB.

Todos recordamos la diferencia que se produjo a nivel del Consejo Económico Social (CES) en torno a la magnitud del recorte del gasto que debía ejecutarse en el 2013. El Gobierno planteaba que teniendo en cuenta que tendría que aumentar significativamente la inversión en educación, solo podía comprometerse a un recorte del gasto de RD$55,739 millones. El sector empresarial en el CES se mantuvo firme en su posición de que todo el ajuste fiscal tuviese lugar a través de un recorte masivo de RD$115,814 millones del gasto público.

El Congreso aprobó la reforma tributaria y luego el Presupuesto del 2013 que incorporaba un recorte del gasto en un monto similar al que el Gobierno entendía que podía asumir sin desencadenar una fuerte contracción económica y  considerables presiones sociales.

Además de los requerimientos de una mayor contracción del gasto que provenía de las organizaciones empresariales, el Gobierno estaba recibiendo presiones del FMI para una mayor reducción del déficit fiscal. Mientras el Gobierno sostenía que no podía bajarlo más allá de 2.8% del PIB, el FMI aspiraba a un 2.0% del PIB, entendiendo que así se retornaría a una trayectoria sostenible para la deuda pública.

Estamos a final de abril, y es posible hacer una evaluación del esfuerzo fiscal que ha realizado la administración del presidente Medina. Desde septiembre del 2012 se produjo un cambio dramático en la situación fiscal. El gasto público fue ajustado considerablemente. El Gobierno operó prácticamente sin déficit entre septiembre y noviembre. En diciembre, como era de esperar, el déficit reapareció debido a los gastos extraordinarios que tienen lugar en ese mes y al traspaso al Gobierno central de créditos de la CDEEE con el Banco de Reservas.
En el primer trimestre del 2013, informaciones preliminares indican que el déficit se ha reducido de RD$38,228 millones (7.5% del PIB) en enero-marzo 2012 a RD$2,158 millones (0.4% del PIB) en enero-marzo del 2013. No recordamos una reducción de tal magnitud de un año a otro en la historia económica de la nación.

Muchos han indicado que la reducción del déficit fiscal que ha tenido lugar se ha debido preponderantemente al aumento de las recaudaciones generado por la reforma tributaria de finales del 2012.  Esa percepción, sin embargo, no es validada por la realidad. El déficit se ha reducido en RD$36,079 millones, mientras que las recaudaciones han aumentando en RD$13,853 millones. Por tanto, la mayor parte de la reducción del déficit se ha originado en una fuerte reducción del gasto público, ascendente a RD$22,316 millones en el primer trimestre del 2013. El 62% del ajuste fiscal que se ha ejecutado a la fecha se ha debido a la contracción del gasto; poco más de la tercera parte (38%) tiene su origen en las mayores recaudaciones posibilitadas por la reforma tributaria (RD$8,817 millones), el adelanto del impuesto sobre los activos financieros por parte de los bancos (RD$2,500 millones) y la amnistía fiscal (RD$2,536 millones).

Visto lo anterior, ¿puede sostenerse que la desaceleración de las actividades económicas que ha tenido lugar a principios del 2013 se ha debido, como señalan algunos, al efecto contraccionario de la reforma tributaria? No puede negarse que si los ingresos generados por una reforma tributaria se utilizan para reducir el déficit, es previsible una desaceleración del crecimiento económico. Sin embargo, cuando se analiza la composición del ajuste fiscal que ha tenido lugar, se puede concluir que más que la reforma tributaria, lo que más ha incidido en la desaceleración y la caída de las ventas ha sido la dramática contracción del gasto público. Una contracción de RD$22,316 millones en el primer trimestre equivale a una reducción anualizada cercana a los RD$90,000 millones, bastante cercana a los US$115,184 millones que recomendaba el sector empresarial representado en el CES.

El Gobierno, según el Presupuesto del 2013, tenía un déficit programado de RD$16,225 millones para el primer trimestre del 2013. Sin embargo, a través de una contracción excesiva del gasto público, cerró con un déficit de RD$2,158 millones. Esa fuerte contracción del gasto ha reducido la demanda agregada y los niveles de venta de bienes y servicios.  Las ventas cayeron en RD$30,839 millones en los primeros dos meses del 2013. Si dejamos fuera las del sector minero, impactadas por las exportaciones de Barrick, la caída de las ventas alcanzó RD$37,633 millones. Quizás sin proponérselo, el Gobierno ha seguido las sugerencias del Conep de reducir el gasto más allá de lo recomendable y ha ajustado más allá de lo solicitado por el FMI. El Gobierno debe actuar rápido y retomar las metas y niveles fijados en el Presupuesto del 2013.

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