SAO PAULO (AP) — La procuraduría federal de Brasil ha pedido a la policía que investigue alegaciones de que el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva participó en una estratagema de compra de votos en el Congreso que llevó a la condena de varios de sus asistentes más cercanos.
En un breve comunicado publicado el viernes por la noche en su sitio web, la procuraduría informó que su solicitud de una investigación de la policía federal se basa en el testimonio ofrecido en septiembre por el empresario Marcos Valerio en el sentido de que Lula aprobó un plan de pagos mensuales y usó efectivo de sus gastos personales mientras estaba en el cargo.
Valerio fue sentenciado a más de 40 años de prisión y multas de 1,3 millones de dólares, luego que la Corte Suprema lo calificó de «operador» en una maquinación que entregó a los legisladores efectivo a cambio de su apoyo a las políticas de Lula después que asumió la presidencia en 2003.
Nadie contestó al teléfono en llamadas a la oficina de Lula en Sao Paulo.
Lula, que no ha sido afectado por ninguna alegación vinculada a ese juicio por corrupción, abandonó la presidencia en 2010 con un índice de aprobación de 87%. Siempre ha negado haber hecho algo indebido en la estratagema de compra de votos.
Junto con Valerio, la Corte Suprema declaró culpable el año pasado a uno de los más poderosos aliados de Lula, su jefe de despacho Jose Dirceu, de cargos de asociación para delinquir y de organizar el plan de compra de votos en el Congreso. Fue sentenciado a casi 11 años de prisión. Otras 22 figuras, incluidos políticos, asistentes y banqueros, fueron declarados culpables de varios cargos. Otros 12 acusados en el caso fueron absueltos.
Las alegaciones de Valerio contra Lula es la primera vez que uno de los acusados en el escándalo de corrupción rompe files y declara a los fiscales que el ex presidente participó en los hechos.
El escándalo se conoce en Brasil como el «mensalao», una mensualidad jugosa, por las sumas de hasta 10.000 dólares entregadas a políticos. El caso salió a la luz en 2005, cuando Lula estaba todavía en el cargo. Pero el caso no ha afectado mucho la reputación del ex mandatario, quien salió del cargo después de dos períodos de cuatro años el 1 de enero de 2011, con un estatus casi mítico en su condición de ser el primer presidente de clase obrera de Brasil cuyas políticas sacaron a millones de la pobreza.
