Doctor Marcelino Vélez Santana

Al abrir el baúl del carro, le enseñaron el cadáver, y luego de auscultarlo, con calma, se volvió a los que le rodeaban y dijo: “Está muertecito”.

Al abrir el baúl del carro, le enseñaron el cadáver, y luego de auscultarlo, con calma, se volvió a los que le rodeaban y dijo: “Está muertecito”. Así certificó el doctor Marcelino Vélez Santana la muerte del tirano Rafael Leonidas Trujillo. Este profesor de generaciones, de trato afable, nació en La Romana en 1921.

Huérfano desde sus primeros meses de vida, fue un estudiante brillante, que pese a descollar en Matemáticas, decidió estudiar Medicina para seguir los pasos de su hermano Baudilio, diez años mayor y quien era médico. En 1939 ingresa a la Universidad de Santo Domingo, y para poder costearse los estudios entra a la Marina de Guerra, y empieza a prestar servicio en el Hospital Militar Dr. Marión. A mitad de la carrera abandona la Marina e ingresa al Hospital Padre Billini como practicante, en donde tuvo como profesores a los doctores Heriberto Pieter, Francisco Moscoso Puello y Nicolás Pichardo.

En 1945 recibió su título de doctor en Medicina, y reingresa a la Marina de Guerra con el rango de Alférez de Navío. Se le considera como el fundador del Cuerpo Médico de la Marina. Es trasladado a la Base Naval de las Calderas, en Baní, pero no se adapta bien, y decide renunciar a la vida militar para iniciar labores en la “Caja Dominicana del Seguro Social”, y es enviado a La Romana. En esa época laboraba en La Romana y en San Cristóbal en el Hospital Juan Pablo Pina, en donde realizó labores en el área de urología.

En su natal La Romana trabajó arduamente para organizar el Hospital Arístides Fiallo Cabral. En 1955 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) le ofrece una beca para estudiar Administración de Hospitales en Perú, y en ese país, se apasiona con el estudio de la Bacteriología. A su regreso se incorpora al Hospital Doctor Salvador B. Gautier, y en el 1957 funda y se convierte en el primer director del servicio de Bacteriología de ese centro de salud.

En la Universidad de Santo Domingo impartía Microbiología, Semiología Clínica e Infecciosa, y maravillaba a los estudiantes con sus conocimientos. También impartió clases en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo y la Universidad Central del Este, y estuvo ligado en sus inicios a la Universidad Iberoamericana, por su larga relación de amistad con el Dr. Nossim Hazoury.

Comprometido con los ideales de una patria libre, participó en actividades contra Trujillo. En la noche del 30 de mayo, ofreció las primeras atenciones a Pedro Livio Cedeño y lo trasladó a la Clínica Internacional y tras el ajusticiamiento de Trujillo fue apresado y salvajemente torturado durante más de seis meses. Fue un enconado luchador por la restauración de la Constitución después del golpe de Estado contra el profesor Juan Bosch y fue ministro de Salud en el gobierno de Caamaño. Como si fuera poco, también fue el Doctor Vélez Santana un luchador en pro de una medicina de calidad y unas condiciones dignas para los médicos dominicanos llegando a ser presidente de la Asociación Médica Dominicana en dos ocasiones.

Durante su vida, escribió frecuentemente en los periódicos dominicanos sobre las epidemias o enfermedades contagiosas, con una clara intención de orientar y educar a la ciudadanía. Publicó en las principales revistas médicas sobre temas de gran relevancia científica. Falleció a los 74 años en el 1995, y hoy en día un importante hospital de la zona de Herrera lleva su nombre. Un merecido homenaje a este médico solidario, amigo de sus amigos y comprometido con los mejores intereses de la patria.

Libertario
El doctor Vélez Santana luchó en contra de la dictadura de Trujillo, y fue apresado y torturado tras el ajusticiamiento del tirano”.

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