Por una cuestión biológica, el ser vivo está “condenado” a nacer, a crecer, a reproducirse y a morir, lo que se conoce como el ciclo de la vida.En el caso de los seres humanos, por un asunto de ser “racionales”, la etapa de la reproducción se ha ido “acomodando” según el estilo de vida del individuo, es decir, de su formación académica, responsabilidades económicas, presión social, cultura, credo, y claro está, también biológica y psicológica.
El deseo de querer formar familia es algo que por lo regular es motivado por la mujer. ¿A qué se debe esto? Porque las féminas se preocupan más por el llamado del “reloj biológico”. Esto es algo que la ciencia ha demostrado pues, según estudios, a partir de los 27 años de edad disminuye su fertilidad y que a partir de los 35 aumenta el riesgo de abortos espontáneos, de hemorragias y de que el bebé nazca con defectos cromosómicos; esto solo hace que ellas se presionen por tener sus crías, además de la presión familiar.
Pero ellas no están solas en esto, ellos (los caballeros) también tienen “algo” que les dice “tic tac tic tac”; aunque esto sea un asunto que no reconozca abiertamente (por machismo, hombría o ego). Los hombres, al igual que a las mujeres les llega el momento de querer esposa e hijos: una familia.
Biológicamente hablando, estudios han demostrado que a medida que los hombres cumplen años empeora la calidad de su esperma y tienen más dificultades para fecundar. Pero la edad concreta de esto no ha podido ser todavía determinada.
Con relación a esto, la terapeuta sexual Mirtha De León, explica que, “con el pasar de los años la virilidad masculina va disminuyendo, donde los espermatozoides van disminuyendo su calidad y su cantidad, donde la erección no es la misma de hace 20 años atrás, y su rendimiento sexual no es el mismo. Además de que va aumentado el periodo refractario, tiempo entre la eyaculación y su última erección”.
¿Qué es el “reloj biológico”?
Según explica el psicólogo Rafael Nadal Gómez, todos los seres vivos están regidos por ritmos biológicos o biorritmos, los cuales se establecen en el momento del nacimiento de cada individuo al entrar en contacto con su medio ambiente y sus fuerzas, con las variables de tiempo y lugar. A lo que se le denomina “reloj biológico”.
Pero esto también se ve influenciado por el aprendizaje familiar, cultura, cansancio de la soltería, presión grupal (en especial cuando los amigos se han casado y no te aceptan de la misma forma), así como el deseo de proyectarse a nivel familiar, son factores que incrementan el deseo de tener un hogar formal, comenta De León.
Las diferencias entre la mujer y el hombre son obvias a nivel orgánico, lo cual se hace más evidente cuando alcanzamos la maduración sexual secundaria (cuando se completa la etapa de la adolescencia), agrega Nadal Gómez, quien coincide con De León en que los factores que más influyen son los constructos psicosociales de la cultura y los modelos de referencia que tiene la persona como experiencia de vida.
Sin embargo, destaca que en el hombre la edad psicológica es muy influenciada por sus modelos de referencia internas y externas, y cómo se construye a sí mismo en su representación, ajustes afectivos al expresar sus sentimientos de respuesta y la configuración de su personalidad. Todo esto define sus constructos cognitivos conductuales.
Los tiempos han cambiado
Pero… ¿a qué edad ellos sienten “el llamado”? Nadal Gómez dice que se debe aclarar que la edad biológica es cuando ya pueden reproducirse; se genera un deseo de marcar una impronta de la especie. Pero en la actualidad, los nuevos constructos psicosociales han cambiado la edad siendo la tendencia a nivel global entre los 35 y 45 años, que según ambos expertos de la conducta humana, con el tiempo este rango de edad continuará aumentando.
“Lo que antes se definía como familia, en la actualidad ha variado mucho; ya no solo es la familia nuclear la importante, ni los consanguíneos. Es toda persona que ejerce una influencia de significado a la cual le damos valor. Entonces, el deseo de formar familia se compone de lo biológico para reproducirse y de los constructos psicosociales de la cultura, lo que influencia más a uno que otros y los modelos de referencias”, concluye Nadal Gómez.
Que la soltería no te desespere
La estabilidad emocional no la da la pareja, es influyente más no determinante; solo la complementa, refuerza o debilita. La tendencia, explica la psicología evolutiva, es hacia la búsqueda del equilibrio; esto favorece al ser humano como sistema. Cuando el hombre se percibe realizado emocionalmente, busca una mujer que se perciba realizada emocionalmente.
Son completos y se suman. No te desesperes, hay muchas mujeres valiosas solteras a tu alrededor, no seas tan exigente, ve a lugares diferentes y haz cosas diferentes. Prepárate para el momento de formar ese proyecto llamado familia.
