Santiago.-La Iglesia Católica dijo que la celebración del bicentenario del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte debe marcar el inicio de una nueva etapa en la vida del pueblo dominicano.
Dice que no se hace nada con llenar páginas de alabanzas y loas al Patricio, cuando hay un divorcio profundo entre lo que él soñó y quiso y las acciones de quienes tienen en sus manos la solución a los graves problemas que padecen y no hacen nada para cambiar tantos signos de muerte.
Refiere que llegó la hora de abrir nuevos horizontes, de llegar al manantial de las grandes iniciativas privadas y públicas que permitan arrancar por siempre las raíces del mal que impiden tener una sociedad edificada sobre estructuras sociales justas.
“Que al llegar al final de la celebración de esta fecha tan significativa para cada dominicano, como es el bicentenario del natalicio del Padre de la Patria, podamos exhibir logros tangibles en bien de una República Dominicana que en estos momentos gime de dolor frente a tanta deslealtad ante el fundador de la Patria”, apunta a través del semanario Camino.
Indica que para los que pasan por la vida dejando huellas imborrables de compromiso libertario no existe la barrera del tiempo, al contrario su entrega y sacrificio se convierten en monumento gigante que ni el olvido y la ingratitud pueden opacar.
“La Patria está de fiesta. Nos unimos llenos de alegría para la gran celebración. El fundador de nuestra nacionalidad está de cumpleaños”, puntualiza.
Indica que es el momento de hacer presente los principios vividos y proclamados por Duarte, a la hora de acercar a sus ideas para hacerlas realidad en cada acción de la vida.
Llama a que cada dominicano y dominicana haga suya su palabra cuando dijo: Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante.
