Finca de frutales del Idiaf: clave para producción

Baní. El país tiene una finca estratégica en este municipio, a través de la  Estación Experimental de Frutales, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf).

Baní. El país tiene una finca estratégica en este municipio, a través de la  Estación Experimental de Frutales, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf). Se trata de un lugar que se mantiene como una reserva fitogenética, que permite estudiar y fomentar cualquier material de siembra que aparezca, que pueda ser beneficioso para la agricultura, o simplemente desarrollarlo para alguien que se interese en un cultivo equis.

A través de esa herramienta, que cuenta con un equipo de especialistas, se apoya al productor. El otorgamiento, por ejemplo, de las plantas a los interesados no es gratuito, aunque el cobro cubre solo el costo de la planta, porque de alguna manera la institución debe tener ingresos que le permitan desenvolverse. Dentro de las frutas nativas que posee la finca se encuentran mango, aguacate, guayaba, guanábana, níspero y tamarindo entre otros.  Pero también en esta finca se cultivan otros frutos como la pitajaya o fruta del dragón, una especie traída desde Taiwán con la cual se hace una especie de ensayo. Esta fruta cuyo color de cáscara y pulpa es rojo, alcanza un peso, cuando está en condiciones, de unos 500 ó 600 gramos. En el país aún no se cultiva la fruta con fines comerciales, los reportes obtenidos indican que solo el Idiaf trabaja con ella. 

Yily Martínez, ingeniera en Tecnología de Alimentos y técnico de apoyo del Idiaf, al referirse al tema explica que “la densidad tiene que ser muy alta para producir pitajaya y por eso no es posible hacerlo actualmente en República Dominicana”. Los principales productores mundiales de pitajaya son México, Nicaragua, la República Popular China, Vietnam, Colombia e Israel.

 La pitahaya, Pitaya, Pitajón, Yaurero y Warakko, como se conoce en otros países, es un fruto procedente de plantas cactáceas. Es de pulpa aromática y está repleta de semillas. Existen dos variedades, la amarilla y la roja (conocida como “fruta del dragón”).

La variedad amarilla es espinosa, se cultiva en zonas tropicales y tropicales altas, Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela, básicamente Centroamérica.  La variedad roja se cultiva en México, Nicaragua y Vietnam entre otros.

Habitualmente, la pitajaya se consume como fruta fresca, aunque también puede utilizarse en cócteles y refrescos. La amarilla se usa en algunos sitios como colorante y también en la elaboración de yogur, helados, mermeladas, gelatinas, refrescos y dulces. La roja, aunque es más insípida y menos aromática, se utiliza muchísimo como adorno de postes y cócteles exóticos.

Taiwán ha sido una pieza fundamental en proyecto

En el proyecto de la Finca Experimental de Frutas Taiwán ha sido un componente importante, especialmente por la introducción de especies de esa nación asiática. Desde el 2003 la Misión Técnica de Taiwán ha trabajado junto al Idiaf en la adaptación de frutas tropicales cultivadas en el país asiático. En adición a los productos citados, se han introducido variedades de carambola, ponseré, lichi, anón, longan y cajuilito solimán. Los objetivos del proyecto son presentar las variedades e instruir, asesorar y apoyar a productores dominicanos en las técnicas de cultivo de frutas tropicales. Dentro de las variedades de guayaba introducidas por la Misión Técnica de Taiwán se encuentran: tailandia, cristal y perla. La variedad tailandia es redonda, la cristal es esferoidal y la perla es de forma ovalada.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas