A través de la producción de bambú hay una industria que en muchos países ha tenido un gran desarrollo. Sin embargo, en República Dominicana la venta de derivados de esta planta tiene limitaciones. Una de las razones generales es que faltan diseños más atractivos y dar un tratamiento mucho más profundo a la madera para que la gente tenga la confianza de que a esta no le caerá carcoma. En esa parte técnicos de Taiwán asesoran a un grupo de artesanos dominicanos, entre ellos, los de Juma, Bonao.
En República Dominicana hay unas siete especies de bambú, en adición a otras introducidas por personas de manera individual, de acuerdo a informaciones ofrecidas por el viceministro de Recursos Forestales, del Ministerio de Medio Ambiente, Manuel Serrano. “Es decir, que tenemos variedades adecuadas para la fabricación de muebles y otras que son muy propicias para contener deslizamientos de tierras que se producen en determinadas áreas geográficas”, dijo el funcionario, respondiendo a preguntas formuladas por elCaribe.
Precisamente, el Ministerio de Medio Ambiente asumirá el control de una finca modelo de bambú que fue desarrollada desde 1988 por el genetista taiwanés Yien Tieh Tsieh, ubicada en las cercanías del río Haina, por el entorno del acueducto Haina-Manoguayabo. La finca, de cuyo traspaso no se conoce fecha, según informó Serrano, constituye un elemento de protección para aguas que desembocan en el río Haina.
Los terrenos donde existe humedad son propicios para cultivar bambú. Hasta ahora Medio Ambiente no tiene un levantamiento sobre las áreas que pudieran aprovecharse para la siembra de la planta. El costo de producir el bambú es mínimo y como la mayoría de las especies gramíneas la planta tiene que ser cortada para que pueda reproducirse de nuevo. Es decir, que se hace una especie de “retoño” con el árbol.
Capacidad expansiva
El viceminstro Serrano explica que el bambú tiene gran capacidad de expansión y que por eso, si no se controla puede invadir toda una finca. “El bambú necesita un ejercicio de control, porque su costo expansivo es grande”, explica Serrano, aclarando que de ningún modo está opuesto al desarrollo de esa gramínea, para uso forestal y comercial.
Consultado sobre los países donde se importantiza mucho el bambú, sostiene que “los chinos tienen una cultura muy elevada del uso del bambú no solo para muebles, sino también para vivienda”. Y agrega que “Colombia también ha dado un importante uso”. El viceministro Serrano rememora que en República Dominicana se intentó en el pasado tener un programa para viviendas, pero no ha tenido impacto. “Hay cuestiones que desde el punto de vista de la cultura y la antropología tienen un estigma, de que el bambú es sinónimo de pobreza. Cambiar eso es complicado”, plantea Serrano, dejando claro que se requiere iniciar un programa para trabajar sobre lo que piensa la gente acerca del bambú.
El funcionario expone también que “en un país como República Dominicana, donde los huracanes están presentes cada año, hay que tener cuidado con los materiales de construcción que se elijen, porque de repente se fomenta algo que no es adecuado para resistir ese tipo de evento de la naturaleza. El país realiza diariamente importaciones de madera por un monto cercano al millón de dólares, de acuerdo a cifras de la Cámara Forestal Dominicana. Es decir, que fomentando el bambú esa cifra podría reducirse.
El FEDA está enfocado en trabajar de cerca
El presidente Danilo Medina se reunió recientemente en Juma, Bonao, con artesanos fabricantes de muebles de bambú, a quienes anunció la ayuda oficial mediante financiamiento y asistencia técnica para que puedan continuar la producción de diversos artículos con ese material y puedan adquirir maquinarias en Taiwán.
Por el lado del Gobierno, el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), junto al senador de Monseñor Nouel, Félix Nova, se reunió el pasado martes con los artesanos agrupados en la Cooperativa de Fabricantes de Muebles de Bambú (Coopbambú) para analizar la forma de otorgar los préstamos.
