Después de haber convocado al Año de la Fe (octubre 2012- noviembre 2014), el Papa Benedicto XVI confió a la Congregación para la Doctrina de la Fe el dar indicaciones pastorales muy concretas para la implementación de dicho año.

El esquema utilizado por dicha congregación, para ofrecer sus notas con miras a aterrizar el Año de la Fe, visualiza con mucha precisión la organización  de la Iglesia y nos ofrece de ella, de un golpe, su variedad y unidad.

De ahí que me pareció interesante volver sobre esas “notas con indicaciones  para el “Año de la Fe” con estos dos objetivos:  primero, mostrar de nuevo la organización de la Iglesia en sus cuatro ámbitos actuales (los cuales, a veces, llamados “niveles”);  y segundo, dentro de ese esquema, presentar las propuestas concretas para cada ámbito, enfocadas hacia el Año de la Fe.

I. En el ámbito de la iglesia universal

Diez grandes eventos se prevén para el ámbito universal:

1.1 El XIII Sínodo de los Obispos en Roma, octubre 2012 y, en ese contexto, una solemne  celebración para dar inicio al Año de la Fe.

1.2 El fomento de peregrinaciones a la Sede de Pedro, en Roma, y a Tierra Santa.

1.3 Invitar a los fieles a dirigirse con particular devoción a María, la Madre de Jesús, Moedelo de fe, imagen viviente de la Iglesia.

1.4 La Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, julio 2013, presidida por el Papa.

1.5 La realización de simposios, congresos y reuniones de gran escala, incluso a nivel internacional, que favorezcan auténticos testimonios de fe y un mayor conocimiento de la Palabra de Dios.

1.6 El estudio de dos documentos clave en la Iglesia de hoy:  El Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.

1.7 La acogida con mayor atención de las homilías, catequesis, discursos y otras intervenciones del Santo Padre Benedicto XVI.

1.8 Iniciativas ecuménicas en colaboración  con el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, promoviendo la restauración de la unidad entre todos los cristianos.  En ellas, se incluye desde ya una solemne celebración ecuménica con este fin.

1.9 El establecimiento, en el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, de una Secretaría especial para coordinar las diversas iniciativas de los diferentes organismos de la Santa Sede o de otras instituciones de la Iglesia en torno a la fe que sean relevantes para la Iglesia Universal.

1.10 Al final de dicho año, el 24 de noviembre 2013, en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo,  tendrá lugar una Eucaristía celebrada por el Santo Padre, en la que se renovará solemnemente la profesión de fe.

II. En el ámbito de las conferencias episcopales en cada país

Igualmente se proponen diez posibles iniciativas para los ámbitos nacionales:

2.1. Dedicar una jornada de estudio al tema de la fe, de su testimonio personal y de su transmisión a las nuevas generaciones.

2.2. Favorecer la reedición de los Documentos del Concilio Vaticano II, del Catecismo de la Iglesia católica y de su compendio, en ediciones económicas y de bolsillo, y su más amplia difusión  con el uso de medias electrónicas y modernas tecnologías.

2.3 Renovar el esfuerzo para traducir estos mismos documentos a los idiomas que no cuentan con traducción propia.

2.4 Promover trasmisiones televisivas o radiofónicas, películas y publicaciones, incluso a nivel popular, accesibles a un público amplio, sobre el tema de la fe.

2.5 Promover a los santos  y beatos, como auténticos testigos de la fe en el territorio nacional, incluso por los medios modernos de comunicación.

2.6 Fomentar el aprecio por el patrimonio artístico, confiado a la Iglesia en el territorio nacional, dada la relación entre fe y arte y la sensibilidad del mundo contemporáneo frente a esa relación.

2.7 Difundir en los centros de estudios teológicos, seminarios y universidades católicas los contenidos del Catecismo de la Iglesia católica y las  implicaciones que se derivan para sus respectivas disciplinas.

2.8 Preparar con la ayuda de teólogos y escritores de renombre, subsidios divulgativos de carácter apologético (cf. 1 Pe 3, 15), para que los fieles puedan responder mejor a las preguntas que surgen en los distintos contextos culturales.

2. 9 Revisar los catecismos locales y los subsidios catequísticos en uso en las iglesias particulares, para asegurar su plena conformidad con el Catecismo de la Iglesia católica.

2.10 En colaboración con la Congregación para la Educación Católica, verificar que los contenidos del Catecismo de la Iglesia católica estén presentes en la Ratio de la formación de los futuros sacerdotes y en el currículo de sus estudios teológicos.

III. En el ámbito diocesano

Para cada Diócesis –en República Dominicana hay once Diócesis- se proponen también otros diez eventos o grandes acciones:

3.1 Auspiciar una celebración de apertura del Año de la Fe y de su solemne conclusión en el ámbito de cada iglesia particular.

3.2 Organizar una jornada sobre el Catecismo de la Iglesia católica.

3.3 Cada obispo podrá dedicar una Carta pastoral al tema de la fe, recordando la importancia del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.

4.4 Organizar eventos catequísticos para jóvenes y para quienes buscan encontrar el sentido de la vida. 

4.5 Verificar la recepción del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia católica en la vida y misión de cada iglesia particular, especialmente en el ámbito catequístico.

4.6 Concentrar la formación permanente del clero en los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia católica.

4.7 Organizar celebraciones penitenciales, particularmente durante la Cuaresma, en las cuales se ponga un énfasis especial en pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe.

4.8 Propiciar la participación del mundo académico y de la cultura en un diálogo renovado y creativo entre fe y razón, a través de simposios, congresos y jornadas de estudio, especialmente en las universidades católicas.

4.9 Promover encuentros con personas que aun no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo inspirándose también en los diálogos del Patio de los Gentiles, iniciados bajo la guía del Consejo Pontificio de la Cultura.

4.10 Dar mayor atención a las escuelas católicas, lugares privilegiados para ofrecer a los alumnos un testimonio vivo del Señor.

IV.  En el ámbito de las parroquias, comunidades, asociaciones  y movimientos
Para los niveles básicos de la organización de la Iglesia se proponen, igualmente, otras diez grandes acciones:

a) En las parroquias

4.1 Leer y meditar la Carta apostólica Porta fidei del Santo Padre Benedicto XVI.

4.2 Intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía. En ella la fe de la Iglesia es proclamada, celebrada y fortalecida.

4.3. Dedicar mayor atención, por parte de los sacerdotes, al estudio de los documentos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia católica, recogiendo sus frutos para la pastoral parroquial.

4.4. Recurrir, sobre todo los catequistas, aún más a la riqueza doctrinal del Catecismo de la Iglesia católica con la finalidad de crear pequeñas comunidades de fe y testimonio del Señor Jesús.

4.5. Renovar el compromiso en la difusión y distribución del Catecismo de la Iglesia católica y de otros subsidios aptos para las familias, auténticas iglesias domésticas y lugares primarios de la transmisión de la fe.

4.6. Promover misiones populares y otras iniciativas en las parroquias y en los lugares de trabajo, para ayudar a los fieles a redescubrir el don de la fe bautismal y la responsabilidad de su testimonio y vocación al apostolado.

b) En las comunidades de vida consagrada

4.7. En este tiempo, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica son llamados a comprometerse en la nueva evangelización mediante el aporte de sus propios carismas, con una renovada adhesión al Señor Jesús, fieles al Santo Padre y a la sana doctrina.

4.8. Las comunidades contemplativas durante el Año de la fe dedicarán una particular atención a la oración por la renovación de la fe en el Pueblo de Dios y por un nuevo impulso en su transmisión a las jóvenes generaciones.

c)  Asociaciones, movimientos y nuevas comunidades de laicos

4.9. Las asociaciones y los movimientos eclesiales y nuevas comunidades laicales podrán ser promotoras de iniciativas específicas, desde sus propios carismas y, en colaboración con sus pastores, para incorporarse al Año de la Fe y para ofrecer su testimonio de fe al servicio de la Iglesia.

4.10. Todos los fieles, llamados a reavivar el don de  la fe, tratarán de comunicar su propia experiencia de fe y caridad, dialogando con sus hermanos y hermanas, incluso de otras confesiones cristianas, sin dejar de lado a los creyentes de otras religiones y a los que no creen o son indiferentes.

CONCLUSIÓN

CERTIFICO que las 40 acciones pastorales propuestas por la Congregación para la  Doctrina de la Fe en torno al Año de la Fe y distribuidas de acuerdo a los cuatro ámbitos de la organización de la Iglesia, responden literalmente a la nota enviada por dicha congregación.

DADO en Santiago de los Caballeros, a los veintiún (21) días del mes de noviembre del año del Señor  dos mil doce (2012).l

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