Nueva York.- En el día de hoy el presidente Danilo Medina cumple 61 años de edad. Hoy es la primera celebración de un cumpleaños siendo mandatario de la nación y de seguro que le lloverán muchas felicitaciones y muchos regalos de todos los lados, de mucha gente que siempre lo ha querido y estimado, de muchos que antes lo enfrentaron y que hoy le reconocen su capacidad de saber esperar y de muchos que tienen expectativas de lograr lo que nunca han logrado.
Siempre he afirmado, y hoy se lo ratifico a mi amigo y hermano Danilo, que nadie más que él tenía todo el aval moral, histórico y político para alcanzar la Presidencia de la República.
Danilo no es un político que luchó para llegar y aumentar su vanidad y sus ínfulas de poder. No, Danilo es un hombre sencillo, profundamente humano y solidario, que desde la Presidencia está haciendo un gobierno para ayudar a los pobres, para beneficiar a los que nada tienen sin afectar a los que tienen mucho, que está sabiendo vadear las duras aguas de los intereses sectoriales para no perder el centro de sus acciones gubernamentales: lograr el bienestar de todos.
La celebración de hoy de seguro que será muy diferente a aquella del 10 de noviembre del 2006, justo cuando acababa de renunciar como secretario de la Presidencia para empezar a articular su proyecto presidencial propio. Hoy, precisamente, él está sembrando con amor, sin odio y con mucha visión, lo que muchos no entendieron en ese momento.
En este día quiero reiterarle mis afectos y mi sincero y leal apoyo al presidente Medina, a mi hermano Danilo. Es un gran orgullo poder compartir sus sueños, sus ideales, sus acciones en esta ruta que ha llevado para construir un proyecto político diferente.
Son muchas las cosas diferentes que se han hecho y se seguirán haciendo. Mis deseos en este cumpleaños de Danilo, ese ser humano sencillo y presidente humilde, es que Dios lo siga bendiciendo grandemente, que lo siga usando como un instrumento idóneo para lograr las grandes transformaciones en nuestro pueblo y que nunca pierda su capacidad de ser amigo de los amigos.
Que continúen cambiando las cosas que no funcionan, que siga adecentando y dándole sentido ético al ejercicio del gobierno, que siga reduciendo los gastos innecesarios y que aumente de manera amplia y considerable la inversión en la educación y en los proyectos sociales para enfrentar la miseria en el país. Desde esta capital del mundo le deseo muchas felicidades amigo y hermano Danilo, siga en la ruta de corregir lo que está mal, continuar lo que está bien y hacer lo que nunca se ha hecho. Sus amigos verdaderos siempre estaremos a su lado. ¡Qué Dios le bendiga hoy y siempre!
