Buscando fiebre en la sábana

No me sorprenden las descalificaciones personales que me he ganado por el atrevimiento en que incurrí al usar mi experiencia y capacidad de…

No me sorprenden las descalificaciones personales que me he ganado por el atrevimiento en que incurrí al usar mi experiencia y capacidad de análisis para deducir lo obvio, que en este caso es que los defectos de la carretera  Navarrete-Puerto Plata, nada tienen que ver con el descalabro progresivo del turismo en la costa norte, y por tanto construir una nueva vía, o no hacerlo, tampoco es la cuestión prioritaria. Ella no creó el problema y por lo tanto, tampoco lo resolverá, y como me cansé de escuchar la medicina equivocada, decidí una vez más actuar responsablemente con Puerto Plata y exponer abiertamente mis argumentos, que por cierto, nadie ha rebatido y comparten muchos -incluso en el Gobierno- aunque nadie dice nada, porque ¿para qué ganarse mala voluntad corrigiendo el desatino?

Suponiendo que existan personas a quienes les convenga el renacer turístico del norte, se reirán a mandíbula batiente cada vez que escuchan a algún adalid puertoplateño reclamar la construcción de esta vía como estrategia para detener la quiebra del turismo en la región.

Supuestos enemigos que en estos días habrán disfrutado muchísimo viendo cómo algunos “defensores” del turismo de la Novia del Atlántico, se lanzan desboscados a pescar fiebre en sábana, con una gansa batalla contra molinos de viento, intentando vapulear a uno de los pocos que postulan insistentemente en público y privado, con argumentos, pensando y actuando, por el rescate del turismo en la costa norte.

Puerto Plata ha recibido del Estado todo para impulsar el turismo y merece recibir más, incluyendo la nueva carretera, centro de convenciones, puerto moderno de cruceros propio (no el de Cárnival), crédito para sus pequeñas empresas turísticas, menos prostitución en Sosúa, un vertedero regional, un Cabarete ordenado con síndico honesto, y más… También merece tener funcionarios honestos en sus estamentos públicos, y más…

Lo que afirmo y repito para quien quiera entenderlo, es que para abrir las 8 mil habitaciones cerradas, recuperar los 15 mil empleos perdidos, traer los 400 mil turistas que no llegan, y -por tanto- devolverle el esplendor económico a la costa norte, la prioridad no es esa carretera, porque ese no es el problema. La pueden hacer de seis carriles para más lujo, costo y ración del boa, pero eso no traerá un solo canadiense, alemán, inglés, ruso o brasileño; ni animará a los turoperadores a volver, ni las cadenas harán hoteles o no venderán los que tienen. Cuando los recursos escasean y los problemas son muchos, deben atenderse los que llenan el estómago, que para este caso, son aquellos que pueden contribuir a un pronto renacimiento del turismo. Quizás desenfoques como este de sus capitanes mantiene la región patinando sin salir a camino. Escribiré siempre lo que creo.

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