Buscando un sentido a nuestra historia

Entrelazada con nuestra  historia de autoritarismo, caudillismo, inestabilidad y de pobreza material y moral, hay una historia social paralela,…

Entrelazada con nuestra  historia de autoritarismo, caudillismo, inestabilidad y de pobreza material y moral, hay una historia social paralela, que arranca con la colonización española y evoluciona lentamente hacia un mestizaje que lleva la convivencia en este país a niveles desconocidos en otros países más avanzados.

De acuerdo con Bosch, en su Composición Social Dominicana, este desarrollo tan interesante fue una consecuencia del estado de pobreza y abandono que prevalecía en Santo Domingo, en el siglo XVII, pues “La miseria había igualado a todo el mundo.” “Debió ser entonces”, añade más adelante, “cuando se formó lo que podríamos llamar la democracia racial en el trato, rasgo importante de la mentalidad dominicana…”.

Es un hecho de singular importancia que tanto los liberales, como los sectores más conservadores, aceptaran la abolición de la esclavitud decretada en 1822, durante la ocupación haitiana. Cabe destacar que Santana y sus seguidores plantearan al gobierno de España, como una de las condiciones para la anexión, que la esclavitud no fuera nuevamente instaurada, cuando la misma existiría en el Caribe Español -Cuba y Puerto Rico- hasta el año 1878.

La guerra de la restauración dominicana resultó de la oposición de nuestro   pueblo al nuevo tutelaje, con los privilegios y las arbitrariedades de la élite peninsular. Igualmente, hubo una fuerte reacción contra la discriminación racial practicada por unos españoles, muy similares a otros europeos de la época. “Aconteció con frecuencia que los blancos desdeñasen el trato de los hombres de color o que repugnaran de su compañía”, citando a Franklin Franco, en su  Historia del Pueblo Dominicano.

Mientras los dominicanos luchaban en una guerra de liberación y a favor de la “democracia racial en el trato”, Norteamérica estaba sumida en una cruenta guerra civil. En noviembre de 1863, el presidente Abraham Lincoln pronunció,  en el ensangrentado Gettysburg, un discurso de dedicación a los caídos, buscando dar un sentido al sacrifico de tantos hombres. Comenzó así: “Hace 87 años nuestros padres crearon en este continente, una nueva nación, concebida en la libertad, y dedicada al principio que todos los hombres han sido creados iguales”.

Casi 100 años mas tarde, Martin Luther King evocaba el discurso de Lincoln y decía: “He tenido un sueño. He tenido un sueño que mi cuatro hijos pequeños un día serán juzgados por el contenido de su carácter y no por el color de su piel”. El movimiento de los derechos civiles estaba en pié para dar al traste con el separate but equal, es decir, separados e iguales, que surgió luego de la emancipación, que resultó ser separados y muy desiguales. En fin, los dominicanos que encontramos tantas faltas y fallas en nuestra historia de caudillos, dictadores, luchas internas y pobrezas, recordemos que somos el resultado de una historia social con rasgos muy singulares, como esa democracia racial en el trato que nos ha caracterizado, también debemos comprender que cuando otros nos juzgan, lo hacen en base a sus experiencias y su propia historia, muy diferente a la nuestra.

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