Como humano, por Obama

Hace cuatro años publiqué en elCaribe un artículo titulado “Como humano, por Obama”. Recuerdo que mi ego estaba de…

Hace cuatro años publiqué en elCaribe un artículo titulado “Como humano, por Obama”. Recuerdo que mi ego estaba de fiesta, pues mi artículo fue traducido al inglés y colocado en varios medios del hermano país. Ahora, nueva vez,  en vísperas de las elecciones estadounidenses, reafirmo aquello que plasmé: Barack Obama representa lo mejor para su patria y para el mundo.

No escribo en mi condición de dominicano, ni de latino, lo que soy por accidente, aunque me sienta orgulloso de mis raíces. Estas palabras las lanzo como humano, como persona de la tierra, como hijo de Dios, como amante de los valores universales que han de ser ley entre los que habitamos los cinco continentes. Barack Obama debe ser reelegido como presidente de los Estados Unidos, por el bien de todos. Desde lejos debemos rezar o transmitir algún tipo de energía para que así sea.

¿Las razones? Empezando porque sería un aplauso a la paz, ya que, a pesar de nubarrones como los de Siria e Irán, estamos cansados de guerras inútiles, basadas en el engaño, todo para vender armas, hacer negocios con la vida y mutilar cuerpos y naciones.

Obama es prudente, inteligente, que medita cada paso, lo que le permite actuar con responsabilidad. Sería un aplauso al desarrollo de las personas que en base a su esfuerzo, estudio y sacrificio conquistan sus metas. Y eso es Obama, un símbolo de superación extraordinario, digno de ser una referencia para las nuevas generaciones.

Sería un aplauso para los Estados Unidos, cuyo liderazgo moral ha aumentado. Con Obama en la Casa Blanca, se fortalecerá más el respeto de los Estados Unidos en la comunidad de naciones, a la que entiende y valora, manteniendo su condición de líder.

Sería un aplauso a la recuperación de la economía norteamericana, que allí ya se nota confianza en el porvenir. El pueblo trabajador y honesto está saliendo del desastre material y moral que sufrió con las actuaciones del último gobierno republicano.

En caso de que Obama no gane, muchos estaremos tristes y tal vez lloremos, porque habrá perdido la humanidad y cada uno de nosotros como parte importante de ella. El desencanto, créanme, será generalizado, y si el globo tuviera bandera, estaría a media asta.

Barck Obama, estemos o no de acuerdo con algunas de sus ideas, es una luz que provoca esperanza en que podremos tener un mundo mejor, o al menos que lo intentaremos sin el fantasma de los halcones, sin el imperio de la intolerancia, sin la algarabía de la mediocridad, sin el fanatismo religioso o ideológico enquistado en el poder… porque eso representa Mitt Romney, el candidato republicano.

Como humano, por Obama.

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