Hollywood ficha talentos que debilitan industria latina

En el 2002, el director brasileño Fernando Meirelles (1955) saltó a la fama gracias al exitoso y celebrado…

Hollywood ficha talentos que debilitan la industria latina

n el 2002, el director brasileño Fernando Meirelles (1955) saltó a la fama gracias al exitoso y celebrado drama Ciudad de Dios (City…

En el 2002, el director brasileño Fernando Meirelles (1955) saltó a la fama gracias al exitoso y celebrado drama Ciudad de Dios (City of God) que fue todo un suceso no sólo en América Latina sino también en mercados casi impenetrables como el de Europa y el de Estados Unidos, donde Hollywood mantiene un dominio casi absoluto de los circuitos de distribución y exhibición.

Con Meirelles se dio el fenómeno que cíclicamente se manifiesta en la pujante industria latinoamericana: primero se triunfa en casa y luego veremos qué puedes hacer fuera, enfrentando una férrea competencia en un Hollywood que se abastece de lo mejor del talento local, pero que al mismo tiempo ficha –con sueldos más atractivos, un personal mejor preparado técnicamente, proyectos de primera y, sobre todo, garantía de entrar a un exclusivo circuito de distribución y colocación internacional envidiable–.

Un escenario del que casi siempre quieren evitar realizadores, actores y actrices de América Latina, donde el cine sigue tratando de encontrar una identidad artística regionalista, abordando esporádicamente temas universales, pero teniendo de frente a una competencia feroz con los estrenos estadounidenses que apenas dejan espacio para una que otra producción nacional que prende entre el público a gran escala. Cuando sucede esto último, migrar a una industria que ofrece más oportunidades, es la regla con pocas excepciones.

En un círculo vicioso

El panorama actual es el mismo desde muchísimos años: Hollywood es amo y señor del mercado internacional. Etzel Báez, crítico y gestor cultural vinculado a iniciativas como el Festival del Minuto, sostiene que Estados Unidos seguirá conquistando a los directores que han tenido la oportunidad de destacarse en sus respectivos países, para que asuman proyectos norteamericanos. Así dejan atrás la industria nacional a la que pertenecen, hasta que reaparezca otro nuevo talento que probablemente también caerá ante la tentación de irse.

“En Brasil se filman al año cerca de 80 películas que tienen que esperar hasta un año para su estreno. El problema de las películas que no son de Hollywood es de distribución y exhibición. El que distribuye todas las películas para esos cines, con 10, 12, 14 salas, debe colocar sus películas que le llegan de Estados Unidos, sean malas, buenas o regular. Ese es el gran problema”.

Báez resalta la calidad que viene logrando el cine de América Latina en las últimas décadas, una mejoría palpable que se puede apreciar a través de las muestras y festivales anuales, o salvo estrenos esporádicos de algún suceso taquillero de esos que sorprenden al público. “Las producciones latinoamericanas son muy buenas, y hay muchos latinos que están trabajando en Hollywood, como Fernando Meirelles. No hay espacio para exhibir películas latinas. En Argentina solo se estrenan 14 películas nacionales al año, no importa la cantidad que se filmen”, se lamentó Báez en conversación telefónica con elCaribe.

Brasil prácticamente perdió a Fernando Meirelles, productor y director afincado en Hollywood, autor de títulos como El jardinero fiel (The Constant Gardener, 2005), Blindness y 360.

Dos años antes de que Meirelles captara la atención del sector a nivel internacional, en el 2000, el mexicano Alejandro González Iñárritu pisó en firme con el estreno del drama Amores perros, una producción que de inmediato catapultó su carrera, en la que contaba con un guión del talentoso Guillermo Arriaga, con quien trabajaría en sus próximas películas. Amores perros también le sirvió de punta de lanza al actor Gael García Bernal, un carismático intérprete que hizo carrera en América Latina, con algunas participaciones menores en el cine de Hollywood.

González Iñárritu hizo nombre, junto a Guillermo Arriga, gracias a sus dos películas posteriores: 21 gramos (2003) y Babel (2006), pero esta vez desde EU. La primera, protagonizada con un elenco de estelares, Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts, mientras que para Babel se dio el lujo de tener en el reparto a Brad Pitt y a Cate Blanchett.

Para la época, Argentina también lanzaba al estrellato a Juan José Campanella, gracias a la comedia dramática El hijo de la novia,  aunque poco antes, le veríamos inmerso dirigiendo episodios para series de televisión como “Strangers with Candy”, es a partir del estreno de esa película que tiene una destacada participación en series como “Ed”, “Ley y orden”, “Dragnet” y “30 Rock”. Es otro de los talentos latinos afincado en Hollywood.

Su compatriota Pablo Trapero, director de Elefante blanco y de un capítulo de la celebrada 7 días en La Habana, tiene un pie dentro y otro fuera, así como muchos otros prometedores realizadores de Chile, Brasil, Argentina y otros países que poco a poco van demostrando posibilidades de éxito, gracias a películas muy bien logradas que conectan con una audiencia internacional por sus temas universales. Pero al final, Hollywood se va llevando los créditos y a América Latina solo le queda celebrar ese éxito.

Actores y actrices que se arriesgaron y lo lograron

Hollywood es la meca del cine, paraíso soñado, además, para actores y actrices que ven en el norte las oportunidades de trascender a nivel mundial. Gael García Bernal, Diego Luna, Andy García, Sofía Vergara, Salma Hayek son solo algunos de los talentos latinoamericanos que se arriesgaron y alcanzaron algo más que la fama. República Dominicana tiene en Zoé Saldaña a su principal embajadora en el séptimo arte, una actriz que ya demostró su talento y que tiene en carpeta proyectos que seguirán afianzándola en el mercado extranjero.

Posted in Sin categoría

n el 2002, el director brasileño Fernando Meirelles (1955) saltó a la fama gracias al exitoso y celebrado drama Ciudad de Dios (City of God) que fue todo un suceso no sólo en América Latina sino también en mercados casi impenetrables como el de Europa y el de Estados Unidos, donde Hollywood mantiene un dominio casi absoluto de los circuitos de distribución y exhibición.

Con Meirelles se dio el fenómeno que cíclicamente se manifiesta en la pujante industria latinoamericana: primero se triunfa en casa y luego veremos qué puedes hacer fuera, enfrentando una férrea competencia en un Hollywood que se abastece de lo mejor del talento local, pero que al mismo tiempo ficha –con sueldos más atractivos, un personal mejor preparado técnicamente, proyectos de primera y, sobre todo, garantía de entrar a un exclusivo circuito de distribución y colocación internacional envidiable–.

Un escenario del que casi siempre quieren evitar realizadores, actores y actrices de América Latina, donde el cine sigue tratando de encontrar una identidad artística regionalista, abordando esporádicamente temas universales, pero teniendo de frente a una competencia feroz con los estrenos estadounidenses que apenas dejan espacio para una que otra producción nacional que prende entre el público a gran escala. Cuando sucede esto último, migrar a una industria que ofrece más oportunidades, es la regla con pocas excepciones.

En un círculo vicioso

El panorama actual es el mismo desde muchísimos años: Hollywood es amo y señor del mercado internacional. Etzel Báez, crítico y gestor cultural vinculado a iniciativas como el Festival del Minuto, sostiene que Estados Unidos seguirá conquistando a los directores que han tenido la oportunidad de destacarse en sus respectivos países, para que asuman proyectos norteamericanos. Así dejan atrás la industria nacional a la que pertenecen, hasta que reaparezca otro nuevo talento que probablemente también caerá ante la tentación de irse.

“En Brasil se filman al año cerca de 80 películas que tienen que esperar hasta un año para su estreno. El problema de las películas que no son de Hollywood es de distribución y exhibición. El que distribuye todas las películas para esos cines, con 10, 12, 14 salas, debe colocar sus películas que le llegan de Estados Unidos, sean malas, buenas o regular. Ese es el gran problema”.

Báez resalta la calidad que viene logrando el cine de América Latina en las últimas décadas, una mejoría palpable que se puede apreciar a través de las muestras y festivales anuales, o salvo estrenos esporádicos de algún suceso taquillero de esos que sorprenden al público. “Las producciones latinoamericanas son muy buenas, y hay muchos latinos que están trabajando en Hollywood, como Fernando Meirelles. No hay espacio para exhibir películas latinas. En Argentina solo se estrenan 14 películas nacionales al año, no importa la cantidad que se filmen”, se lamentó Báez en conversación telefónica con elCaribe.

Brasil prácticamente perdió a Fernando Meirelles, productor y director afincado en Hollywood, autor de títulos como El jardinero fiel (The Constant Gardener, 2005), Blindness y 360.

Dos años antes de que Meirelles captara la atención del sector a nivel internacional, en el 2000, el mexicano Alejandro González Iñárritu pisó en firme con el estreno del drama Amores perros, una producción que de inmediato catapultó su carrera, en la que contaba con un guión del talentoso Guillermo Arriaga, con quien trabajaría en sus próximas películas. Amores perros también le sirvió de punta de lanza al actor Gael García Bernal, un carismático intérprete que hizo carrera en América Latina, con algunas participaciones menores en el cine de Hollywood.

González Iñárritu hizo nombre, junto a Guillermo Arriga, gracias a sus dos películas posteriores: 21 gramos (2003) y Babel (2006), pero esta vez desde EU. La primera, protagonizada con un elenco de estelares, Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts, mientras que para Babel se dio el lujo de tener en el reparto a Brad Pitt y a Cate Blanchett.

Para la época, Argentina también lanzaba al estrellato a Juan José Campanella, gracias a la comedia dramática El hijo de la novia,  aunque poco antes, le veríamos inmerso dirigiendo episodios para series de televisión como “Strangers with Candy”, es a partir del estreno de esa película que tiene una destacada participación en series como “Ed”, “Ley y orden”, “Dragnet” y “30 Rock”. Es otro de los talentos latinos afincado en Hollywood.

Su compatriota Pablo Trapero, director de Elefante blanco y de un capítulo de la celebrada 7 días en La Habana, tiene un pie dentro y otro fuera, así como muchos otros prometedores realizadores de Chile, Brasil, Argentina y otros países que poco a poco van demostrando posibilidades de éxito, gracias a películas muy bien logradas que conectan con una audiencia internacional por sus temas universales. Pero al final, Hollywood se va llevando los créditos y a América Latina solo le queda celebrar ese éxito.

Actores y actrices que se arriesgaron y lo lograron

Hollywood es la meca del cine, paraíso soñado, además, para actores y actrices que ven en el norte las oportunidades de trascender a nivel mundial. Gael García Bernal, Diego Luna, Andy García, Sofía Vergara, Salma Hayek son solo algunos de los talentos latinoamericanos que se arriesgaron y alcanzaron algo más que la fama. República Dominicana tiene en Zoé Saldaña a su principal embajadora en el séptimo arte, una actriz que ya demostró su talento y que tiene en carpeta proyectos que seguirán afianzándola en el mercado extranjero.

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