Un psicólogo para atender hasta cuatrocientos agresores familiares al mes

Santiago. Pese al incremento de los denuncias de abusos familiares, un solo psicólogo trabaja en la Unidad de Violencia Intrafamiliar de Género…

Santiago. Pese al incremento de los denuncias de abusos familiares, un solo psicólogo trabaja en la Unidad de Violencia Intrafamiliar de Género de la Fiscalía de Santiago, atendiendo hasta cuatrocientos hombres al mes.

Los hombres asisten a consultas en grupos tras ser referidos por el Ministerio Público, dependiendo de la actitud que vean en ellos al presentarse a las citas, tras haber sido denunciados por sus parejas. En la Unidad de Violencia Intrafamiliar de Género y Sexual de la Fiscalía de Santiago, reciben al mes desde novecientas a mil doscientas denuncias de maltratos al mes.

Oscar Benliza, psicólogo de la referida unidad, considera que debido a la cantidad de denuncias, la Fiscalía de Santiago, debería tener un centro, por lo menos con siete psicólogos especialistas en diferentes áreas, haciendo evaluaciones psicométricas, trabajando con los grupos mañana, tarde y noche, ya que eso mitigaría mucho la violencia intrafamiliar, porque el hombre cuando escucha otro, detiene la violencia.

 “Por lo general, con los grupos que tenemos, atendemos de trescientos a cuatrocientos hombres mensual, un solo psicólogo, que soy yo. Eso no es posible. Cuando hacemos el trabajo, lo hacemos auxiliados por pasantes que están haciendo maestrías en diferentes universidades”, expresó Benliza, quien fue el primer psicólogo en ser contratado por la Procuraduría General en el país completo.

Expresó que ninguno hombre que ha pasado por allá ha matado la mujer, ya que modifican sus conductas y mejoran. “Cuando los hombres pasan por allá y hablan con otro hombre, hacen un puente de comprensión, entonces se identifican y pueden modificar su conducta, ven otras opciones, porque no son locos”.

Secuelas de la violencia

Benliza expresó que en las familias de las víctimas de violencia intafamiliar, mayormente donde hay muertes de por medio, quedan secuelas muy marcadas, y que hay que trabajar mayormente a los niños y adolescentes para que no repitan el patrón de conducta.

“Dentro de los testigos de violencia, como niños y adolescentes, quedan secuelas muy marcadas, porque estamos hablando de un trauma: es una pérdida violenta, inesperada, que te quitan la vida de lo más esencial para ti que es tu madre, y te lo quita un personaje que debe darte un patrón de conducta positivo, que es tu padre. Eso choca mucho y crea traumas. Esos niños, niñas y adolescentes hay que trabajarlo en el proceso de entender que si no rompe ese ciclo puede repetir ese patrón de conducta familiar”, expresó Benliza.

Dijo que si no se trabajan, van a crecer con baja autoestima, y al tener baja autoestima son fácilmente influenciables para la prostitución, la drogadicción o pueden ser personas que repitan ese patrón, porque no saben qué hacer, por lo que hay que trabajarlos ahora para que mejoren sus vidas, porque eso lo puede marcar para bien o para muy mal.

Mujeres denunciadas

Las denuncias de hombres que son víctimas de violencia intrafamiliar ha aumentado en la referida unidad, ya que de acuerdo con lo expresado por Benliza, antes eran nulas. Dijo que por cada cuatrocientos hombres que van a las consultas, reciben una mujer, porque el hombre, por la misma sociedad, teme denunciarlo y se queda siendo víctima. “Han incrementado las denuncias de los hombres en la unidad, un tres por ciento, pero ha aumentado, antes era de un cero por ciento. Está mejorando, a pasito lento, pero está mejorando”.

La violencia intrafamiliar es un fenómeno, que los hombres la usan para resolver un problema, sin darse cuenta que esta es el problema. Creen que la violencia es la solución cuando es el problema

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