Santiago.-Grisel Eloísa Bonilla Vélez la mujer que el pasado domingo fue lanzada de un cuarto piso de un edifico tras recibir una paliza a batazos, comienza ya a balbucear palabras.
Aunque con mucho esfuerzo, Bonilla Vélez pide a su sobrina Alba Iris Féliz y su hermana Luisa Bonilla que le den agua para tomar o que la mojen.
Debido a los golpes propinados por Jaime Emilio Germosén, quien en la mañana del martes un juez de atención permanente le dictó prisión preventiva, la dama permanece en la cuarta planta este, habitación siete cama dos del hospital regional José María Cabral y Báez.
En cada intento de hablar, sus quejidos son muy fuertes debido a los dolores ocasionados por los golpes.
“En estos cuatro días, la situación ha sido difícil pensábamos que se nos iba a morir, pero gracias adiós que hizo el milagro de dejarla con vida”, expresa Luisa Bonilla.
Los mayores golpes fueron propinados en la cabeza al caer al cemento desde el edifico del residencial Monte Bonito del sector Cienfuegos.
Hasta el momento, los familiares de la agredida desconocen la situación real que provocó el altercado que llevó a Germosén a lanzarla desde el edificio.
Prefieren sea la justicia que asuma su papel y que caiga todo el peso de la ley. Desde el lunes Grisel Eloísa fue transferida del área de cirugía de traumas de la unidad de emergencia a cuidados intensivos del Cabral y Báez.
De acuerdo a las versiones de testigos, Germosén tras golpearla con un bate, la envolvió entre sábanas y la lanzo desde el edificio.
La caída y los golpes ocasionaron que le rompiera varias costillas. El agresor en todo momento ha negado la acusación, pese a que su ropa al momento de ocurrir el hecho estaba bañada en sangre.
