BUENOS AIRES (AP) — La justicia argentina inició una investigación sobre un sacerdote por presuntos abusos sexuales a 50 seminaristas de entre 12 y 14 años hace más de una década, delitos que la Iglesia Católica habría comprobado en un proceso interno pese al cual hasta el momento no sancionó al religioso.
Una investigación periodística reveló la semana pasada que el sacerdote Justo José Ilarraz habría abusado de los menores entre 1984 y 1992 cuando se desempeñaba como prefecto del Seminario Menor de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos, 504 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Tras la difusión del caso en la revista Análisis de esa provincia, el Arzobispado de Paraná admitió en un comunicado «las faltas gravísimas cometidas por uno de quienes deben servir a la vida moral del pueblo con su ejemplo y enseñanza» y aclaró que se aguarda una resolución del Vaticano sobre la situación de Ilarraz.
Sin una denuncia formal, la justicia entrerriana tomó cartas en el asunto.
«Estamos ante un delito de corrupción de menores, que es un delito de acción pública, y la justicia puede actuar de oficio», dijo el martes a periodistas el procurador general de Entre Ríos, Jorge Amílcar García.
«Lo mejor que puede hacer (Ilarraz) es ponerse a disposición de la justicia», agregó.
Por el momento, no hay orden de captura contra el sacerdote, cuyo paradero no es conocido.
Según Análisis, Ilarraz cometía los abusos «entre las cuatro paredes de su habitación privada del seminario o en el baño, no se tenía que enterar nadie. Si alguien traicionaba ese pacto perverso de confidencialidad la iba a pasar mal».
Las víctimas provenían de familias de campesinos con fuerte vocación religiosa.
El Arzobispado de Paraná admitió recién ahora en un comunicado que en 1993, «cuando por primera vez se conocieron los hechos, se realizaron todas las medidas tendientes al esclarecimiento de la verdad, siempre preservando el derecho a la intimidad y el debido proceso, y conforme a nuestro conocimiento sobre la legislación entonces vigente».
En aquel entonces Ilarraz fue apartado de su cargo en el seminario de Paraná y trasladado a una zona rural de la provincia de Tucumán en el noroeste.
Las autoridades eclesiásticas provinciales no notificaron de los hechos a la justicia y casi 20 años después de tomar conocimiento de los abusos, la Santa Sede todavía no aplicó sanciones contra Ilarraz.
